De acuerdo con cálculos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) por estragos del huracán Otis, más de 296 mil niñas, niños y adolescentes (NNA) podrían haber sido seriamente afectados.
En una entrevista con Reforma, Catalina Gómez, jefa de Política Social de UNICEF México, explicó que esta estimación está basada en la cantidad de menores de edad que fueron registrados en los 5 municipios mayormente afectados por el fenómeno meteorológico que comenzó a causar estragos desde la noche del pasado martes 24 de octubre.
No obstante, dijo que, debido a esta contingencia, se acordó colaborar con el Gobierno de Guerrero para realizar una valoración para determinar las afectaciones de los NNA, sus tipos y con estos datos recabados por personal de salud, educación y protección a la niñez y adolescencia de UNICEF se puedan trazar líneas de acción para la ayuda integral.
Indicó que 5 hospitales resultaron con daños moderados y cerca de 177,804 estudiantes de educación básica se han visto afectados tras el cierre de escuelas, en esos 5 municipios, detalló Reforma.
Si bien, acotó, la población de todas las edades ha vivido una situación complicada, este sector poblacional está expuesto a violencias, abusos y suele tener dificultades para asimilar lo ocurrido.
“Su salud emocional y su contención emocional es tan importante en estos momentos para niños, niñas, y adolescentes, porque pues si para los adultos, este es un momento de mucha confusión, de trauma, de tristeza, todo esto lo experimentan niños, niñas y adolescentes y además, de una manera más profunda”, expuso Catalina Gómez.
Gómez recordó que, en estos casos de emergencia, la fuerza pública está enfocada en la atención inmediata; los padres, madres y cuidadores atienden principalmente la supervivencia, desde buscar alimentos, a sus seres queridos, y las infancias pueden ser descuidadas.
La entrevistada señaló que, al acudir a Guerrero, se valorarán efectos a corto plazo que podrían incluir mala nutrición, contagio de enfermedades por falta de atención médica, agua potable, higienización de espacios, deshidratación, además de daño a mediano y largo plazo a su salud, nutrición, educación y protección contra todo tipo de abusos debido al posible aumento de la violencia y el crimen.
Además, consideró que se necesitará apoyo para la distribución de agua potable, kits de higiene, kits de limpieza y desinfección, suministros esenciales para la atención primaria y salud materno-infantil, así como la ampliación del acceso a agua potable segura y saneamiento, incluyendo la provisión de infraestructura hidrosanitaria móvil (baños y lavamanos).
Aclaró que incluso la orfandad es una vulnerabilidad que pudo haber dejado este desastre natural. “Estamos monitoreando lo que del Gobierno nos van diciendo también con las afectaciones de las personas que desafortunadamente han perdido la vida y muy seguramente este aspecto se tiene que atender de múltiples maneras. Es decir, tiene que haber un acompañamiento psicosocial y un acompañamiento adecuado por parte de las instancias que prestan este tipo de servicios y tiene que haber también un apoyo de cómo vincular ese niño o esa niña con familiares, con el apoyo que va a estar recibiendo.
“Un apoyo monetario para que pueda tener acceso a todos los, digamos, bienes esenciales que pueda requerir un niño o una niña en una condición de orfandad. Que no se pierda este foco de infancia y adolescencia, y que todos estemos cuidando a nuestros niños, porque es una situación muy compleja para todo el estado, pero desde UNICEF el llamado es no descuidar justamente a la población más vulnerable”, agregó.
Con información de Reforma
