Wall Street cerró este martes (7) en verde, impulsado por el retroceso en los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense, y su principal indicador, el Dow Jones de Industriales, subió un 0.17%.
Al término de las operaciones en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones subió hasta 34,153 unidades, mientras que el selectivo S&P 500 avanzó un 0.28%, hasta 4,378 enteros, sumando 7 días seguidos de ganancias, su mejor racha en 2 años.
El índice Nasdaq, en el que cotizan las grandes tecnológicas, creció un 0.9%, hasta 13,640 unidades.
En particular, fueron las acciones de las empresas de tecnología las que impulsaron a la bolsa a medida que los rendimientos de los bonos del Tesoro iban perdiendo fuelle, después de semanas al alza.
Empresas como Apple, Amazon o Microsoft cerraron todas ellas con ganancias de más de un 1%. El bono a 10 años, de referencia en el sector, cerró la jornada en un 4.575%.
Todos los índices vienen de registrar su mejor semana del año, cuando cerraron octubre a lo grande gracias a los datos del desempleo en Estados Unidos, ligeramente por encima de las expectativas.
El aumento del paro al 3.9% en octubre muestra que el intento de los reguladores de enfriar la economía y sofocar la inflación podría estar funcionando, y dio esperanzas a los inversores de que el ciclo de subidas de tipos de la Reserva Federal (Fed) haya llegado a su fin.
Con todo, los mercados estarán pendientes del presidente del banco central estadounidense, Jerome Powell, que tiene previsto hablar en los próximos días, y que podría dar pistas sobre el rumbo que tomará la Fed en su lucha contra la inflación.
Por sectores, las mayores ganancias eran para el de bienes no esenciales (1.19%) y el tecnológico (1.08%). El sector de la energía bajó un 2.23% tras las caídas en el petróleo de Texas, que cerró la jornada en 77.37 dólares.
Entre los 30 valores del Dow Jones, destacaron los avances de Intel (2.16%) y Salesforce (2.13%) y el mayor descenso fue para Chevron (-1.73%).
En otros mercados, al cierre de la bolsa el oro bajaba a 1,975 dólares la onza y el dólar ganaba terreno frente al euro, con un cambio del 1,0694.