El Gobierno de Australia anunció la puesta en libertad de decenas de inmigrantes indocumentados detenidos indefinidamente sin posibilidad de deportación, tras el fallo histórico de la máxima instancia judicial del país oceánico que declaró ilegal este tipo de reclusión.
“El Gobierno toma nota de la sentencia del Tribunal Superior de 8 de noviembre”, dijo en un comunicado el ministro australiano de Inmigración, Andrew Giles, al explicar que el Ejecutivo de Camberra sigue estudiando las “implicaciones” del fallo.
Asimismo, Giles informó de que el inmigrante “NZYQ”- quien estaba en el centro de este proceso judicial- ya ha sido puesto en libertad por orden de Tribunal, mientras que “otras personas afectadas” por la decisión serán puestas en libertad con visados “sujetos a las condiciones adecuadas”.
La medida anunciada por Giles, quien no dio detalles del número de inmigrantes que serán liberados, se da después de que el Tribunal Superior de Australia determinara esta semana que la detención indefinida de “NZYQ”, un inmigrante sin posibilidad de deportación era “ilegal”.
El fallo, que abrió la puerta a la liberación inmediata de 92 personas que no pueden ser devueltas a su país de origen y puso en duda la situación de otros 340, revierte otra decisión dictada en 2004 por esta misma instancia, que consideró legal la detención de personas indefinidamente, siempre que fueran expulsadas de Australia tan pronto como fuera posible.
La histórica decisión del miércoles decidió la suerte de “NZYQ”, un hombre rohinyá -una etnia birmana no reconocida por las autoridades-, que se enfrentaba a la posibilidad de ser detenido de por vida porque ningún país había aceptado reubicarlo tras cumplir en Australia una condena de 10 años de prisión por delitos sexuales contra menores.
Los jueces del Tribunal Superior ordenaron el mismo miércoles su liberación inmediata porque consideraron que la expulsión no podía realizarse en un futuro “razonablemente previsible”.
El tiempo medio de detención de un inmigrante indocumentado en Australia es de 708 días, mientras que hay 124 extranjeros que están recluidos por más de 5 años, según datos del Centro de Recursos para los Solicitantes de Asilo (ASRC).
“Según el derecho internacional sobre los derechos humanos, la detención de inmigrantes debe ser una medida excepcional de último recurso, no un castigo”, remarcó hoy Human Right Watch en un comunicado.
Australia impuso en 1992 una política de detención obligatoria de todos los solicitantes de asilo que llegan a este país por la vía marítima, la cual endureció más en 2013 cuando ordenó recluir a los “sin papeles” en centros para inmigrantes en alta mar o devolverlos a sus puntos de embarcación.
Muchos de los refugiados y solicitantes de asilo han huido de conflictos como los de Afganistán, Darfur, Pakistán, Somalia y Siria; otros de la discriminación, como las minorías rohinyá, en Birmania (Myanmar), o bidún, en la región del Golfo.