Hace 20 años, camino al colegio, la mexicana Jessica Berenice García y su padre encontraron en un papel de la calle la señal que cambiaría la vida de la menor.
Desde entonces, y hasta hoy, ya con 28 años, la campeona del Mundo de parataekwondo en la división -52 kilos, la primera en la historia de su país, solo piensa en trabajar y trabajar para seguir sumando medallas.
Según ella, sin importar el color.
En la mañana de ese año de 2003, padre e hija encontraron tirado en el piso un anuncio publicitario que invitaba a practicar taekwondo en la ciudad de Mérida, Yucatán.
Dos décadas después, a 4 días de comenzar en Santiago de Chile los Juegos Parapanamericanos, la campeona mundial emerge como una de las figuras de la delegación de su país.
La yucateca llega a la séptima edición del certamen con otros antecedentes que intimidan a sus rivales: segunda en 2022 de la clasificación mundial de su categoría, número uno del continente y a punto de sellar el pasaje a los Juegos Paralímpicos de París.
Pese a ello, la vida le ha enseñado que “nada está garantizado y todo puede pasar en la vida”. También que el trabajo es lo único que no se negocia, si se quiere alcanzar el éxito.
Jessica García nació con apenas la mitad del brazo izquierdo, lo que puso muy cuesta arriba su aprendizaje del taekwondo adaptado.
Además, al menos hasta 2015, sus rivales no tenían discapacidad alguna, lo que la tornaba vulnerable y la condenaba a perder en el primer combate. Además, tenía que lidiar con comentarios molestos e insolentes relacionados con su condición especial.
“Los padres no deben ser imprudentes y deben saber explicar a sus hijos lo que es una discapacidad. Somos especiales, pero también somos personales normales”, suele manifestar.
Después de tantas decepciones, el premio a su obstinación llegó cuando se enteró de que el parataekwondo había sido aceptado como deporte paralímpico a partir de Tokio 2020.
Entonces se mudó a Ciudad de México. Las rutinas de preparación pasaron de 6 horas semanales a más de 30.
“No importa cuánto tiempo te lleve realizar tus sueños, se hacen realidad”, declaró recientemente.
Hoy, a días de encarar un nuevo desafío internacional mira en retrospectiva y concluye que el premio al esfuerzo llegó porque nunca desistió y siempre permaneció aferrada a sus sueños.
El segundo lugar del ránking en su categoría obtenido en 2022 seguramente mejorará en 2023 con el oro obtenido en septiembre en el Mundial de Veracruz. Pero ella quiere más.
En los Juegos Parapanamericanos de Santiago, el país del Norte ha desplazado a 11 competidores de parataekwondo, algo impensado hace 20 años, al menos hasta que un padre y su hija recogieron del piso una hoja de papel.
