El Nápoles anunció este martes (14) la destitución del francés Rudi García tras los malos resultados en este inicio de campaña y contrató como sustituto hasta final de temporada a un viejo conocido como el italiano Walter Mazzarri, que ya entrenó al combinado partenopeo entre 2009-2013.
“El SSC Nápoles ha decidido revocar la función de Rudi García como director técnico del primer equipo. Gracias a él y a su personal por su colaboración hasta la fecha”, anunció el club en un comunicado oficial.
Pocos minutos después, el presidente del club, el italiano Aurelio de Laurentiis, confirmó a Walter Mazzarri como nuevo entrenador: “¡Bienvenido de nuevo, Walter!”, publicó en su cuenta oficial de X (antes Twitter).
También el club italiano lo comunicó en sus redes sociales: “Walter Mazzarri es el nuevo entrenador del Nápoles. Bienvenido de nuevo, Mister”, escribió el club.
Los días de García al frente del campeón del Scudetto estaban contados desde su derrota ante el Empoli este domingo. El anuncio de su despido se publicó en cuanto Aurelio de Laurentiis encontró sustituto para el ya extécnico, que voló a Francia aprovechando el parón de selecciones.
Un sustituto que, durante la jornada del lunes, parecía iba a ser el croata Igor Tudor, con el que De Laurentiis se reunió en Roma para intercambiar pareceres. Sin embargo, la forma de jugar del croata, que prefiere la línea de 3 centrales, y su insistencia en firmar un contrato más largo, hasta 2025, estancaron las negociaciones.
Fue entonces cuando el mandatario recurrió a Mazzarri, que aceptó el contrato de 7 meses, según medios locales. De esta manera, el entrenador italiano, exjugador de Fiorentina, Empoli o Cagliari, entre otros tantos, y exentrenador de Watford, Sampdoria, Inter de Milan y del propio Nápoles, con el que levantó el primer título sin Maradona, la Copa Italia de 2012, vuelve a la que fue su casa durante 4 temporadas.
Eran ya varios meses de descontento en Nápoles con Rudi García. La marcha del italiano Luciano Spalletti dejó al campeón del Scudetto huérfano en el banquillo, pero parecía complicado que el proyecto no funcionase con prácticamente las mismas piezas.
Llegó Rudi García y tras 16 partidos, solo ocho de ellos terminaron en victoria, al Nápoles le toca ahora con Mazzarri comenzar de nuevo.
El último partido de Serie A ante el Empoli, una derrota ante un equipo en puestos de descenso, sumado al empate ante el Unión Berlín, debutante en Liga de Campeones, condenaron definitivamente a un García que ya llevaba varios meses en la cuerda floja.
García, que nunca acabó de ganarse el cariño de la afición, fue protagonista de enfrentamientos con jugadores como el delantero nigeriano Victor Osimhen, con el que discutió en mitad de un partido tras haberle sustituido necesitando un gol; y culpable del descontento general de buena parte de la plantilla por sus decisiones tácticas, entre ellos el georgiano Khvicha Kvaratskhelia, casi siempre sustituido en el minuto 70 y este domingo directamente suplente.
Igor y Mazzarri no fueron las únicas opciones de De Laurentiis, pues también existió la posibilidad de que fuera el italiano Fabio Cannavaro, oriundo de la Ciudad del Vesubio, exjugador del club y exentrenador del Guangzhou chino, de la selección china o del Benevento italiano.