El joven empresario, Daniel Noboa, que recibió este miércoles las credenciales como presidente electo de Ecuador, se refirió a la unidad que requiere el país, así como de valentía y firmeza contra la corrupción, las traiciones y el crimen organizado.
En una ceremonia en el Teatro Nacional Sucre, en el centro histórico de Quito, Noboa, de 35 años, agradeció al Consejo Nacional Electoral (CNE) por su “labor incansable para que la democracia sea respetada”.
“Hemos demostrado que, como país, podemos reconstruirnos y podemos dar un mensaje de unidad”, dijo en un discurso de algo más de 6 minutos.
El presidente electo agradeció a quienes lo apoyaron y a su padre, el magnate del sector bananero Álvaro Noboa, “que por 25 años allanó el camino” para que él llegue a la Presidencia, en referencia a las 5 veces que su progenitor fue candidato presidencial, sin lograr ganar en ninguna de ellas.
Líneas rojas
Daniel Noboa destacó que, desde el inicio, su proyecto se caracterizó por ser de paz, de progreso “sin condiciones para dialogar, donde la única línea roja es que no hay líneas rojas para conversar”, pero sí en el accionar.
“Jamás estaremos a favor de la impunidad y jamás estaremos apoyando a fuerzas políticas o individuos que quieran violentar la Constitución. Así de sencillo”, resumió.
Noboa opinó que su proyecto tuvo éxito “por no ser ‘antinada’, por ser prodesarrollo, proempleo, proeducación, proseguridad y propaz”. “Eso es lo que hizo la diferencia, (pues) todo ‘anti’ tiene techo, nosotros no tuvimos ese techo”, apostilló.
El empresario inició la campaña con un 2.4% de aprobación y ahora sucederá en el cargo al conservador Guillermo Lasso, quien le entregará el poder el próximo jueves 23 de noviembre.
¿Traiciones?
Sin entrar en detalles, Noboa comentó que el camino hacia la cima, hacia la Presidencia de la República, “también tiene traiciones, muchas veces de gente que uno ni siquiera espera, gente que uno escoge, pero, así es la vida, así es la naturaleza humana”.
“Hoy tenemos que tener fuerza, unidad, y también entender que, en el camino de campaña, así como en el camino de la Presidencia, vamos a tocar fibras sensibles de grupos de poder, de grupos que han estado enquistados con corrupción en el Estado por décadas”, añadió.
El futuro presidente vaticinó que habrá una reacción y también una reacción de organizaciones criminales “a las cuales no vamos a apoyar ni vamos a tener tolerancia en su accionar”.
“Tenemos que dar una imagen de luz, una imagen de esperanza no sólo a la interna, sino hacia el Mundo, y volvernos una nación que puede dar balance en toda la región”, sostuvo.
Firmeza y convicción
El presidente electo agradeció a las organizaciones políticas que, con un diálogo fluido, han querido ser parte de una “gran unión” para sacar adelante al país, sin condiciones.
“Tiene que haber cero tolerancia a la corrupción y a la gente que traiciona a su país al querer boicotear la labor de su presidente violando la Constitución”, agregó sin más explicaciones.
E invitó a todos a cooperar. “Es momento de tener valentía, convicción, (…) de tener la firmeza para tomar las decisiones, para ignorar a todas las personas que quieren desviar el camino hacia el progreso, que quieren desviar el camino de nuestro proyecto”, dijo.
En la ceremonia, en la que también Verónica Abad recibió las credenciales como vicepresidenta electa, la presidenta del CNE, Diana Atamaint, aseguró que las elecciones anticipadas fueron “exitosas y transparentes”.
Destacó que Noboa será el presidente más joven de la historia reciente y Abad, la segunda mujer en ser elegida como vicepresidenta desde hace casi 30 años, luego de Rosalía Arteaga, quien además fue presidenta por pocos días en 1997 tras la destitución de Abdalá Bucaram.
Atamaint opinó que la presencia de Noboa “avizora nuevos tiempos y esperanza de cambio” para la sociedad que “sueña” con un país sin corrupción, con más seguridad, empleo, salud y educación.
“Es hora -dijo- de dejar de lado las rencillas y posiciones radicales que nos han conducido a una polarización tóxica de la política”.