El Gobierno surcoreano aprobó hoy suspender parcialmente el acuerdo militar que firmó en 2018 con Corea del Norte en respuesta al cohete espacial con un satélite a bordo que lanzó en la víspera Pyongyang, lo que incrementa en otro peldaño la escalada de la tensión en la península.
En una reunión extraordinaria del Gabinete celebrada este miércoles en Seúl y presidida por el primer ministro, Han Duck-soo, se aprobó una moción para suspender la cláusula que limita las capacidades de reconocimiento del Ejército surcoreano junto a la divisoria con el Norte incluida en el acuerdo que ambos países, técnicamente aún en guerra, firmaron en septiembre de 2018.
La Oficina Presidencial surcoreana informó que la moción ya se ha hecho efectiva, al firmarla poco después el presidente Yoon Suk-yeol, que se encuentra realizando una visita de Estado en Reino Unido.
Han recordó durante la reunión que el lanzamiento supone una violación de las sanciones de la ONU, que prohíben a Pyongyang usar tecnología de misiles balísticos, y dijo que “Corea del Norte está demostrando claramente que no tiene voluntad de cumplir el acuerdo militar” y que “ha ignorado continuas advertencias por nuestra parte y de la comunidad internacional”.
Desde hace varias semanas, representantes del ejército y del Gobierno sureño habían apuntado que Seúl podría suspender parcialmente el acuerdo si Pyongyang seguía adelante con el lanzamiento, argumentando que el régimen ha violado el pacto en repetidas ocasiones y que, además, limita las capacidades de Seúl para vigilar a su vecino.
La moción insta a suspender la validez de la cláusula 3 del primer artículo del tratado, lo que permitirá al ejército surcoreano retomar actividades de reconocimiento en áreas en torno a la militarizada frontera con el Norte.
Pyongyang, por su parte, dijo hoy que desplegó con éxito en la baja atmósfera terrestre su satélite de reconocimiento militar Malligyong-1, aunque ni Seúl ni Washington han confirmado aún el éxito de la operación.
El acuerdo militar de 2018, firmado en Pyongyang durante una cumbre entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el entonces presidente sureño Moon Jae-in, supuso un importante paso para reducir la tensión militar en la península.
Sin embargo, tras el fracaso de las negociaciones sobre desnuclearización entre Pyongyang y Washington en 2019, la tensión en la región se ha ido incrementando paulatinamente hasta alcanzar nuevas cotas históricas.
Pyongyang aprobó un plan de modernización armamentístico en 2021, que incluye el despliegue de su primer satélite militar, y ha realizado desde entonces infinidad de pruebas de misiles, además de rechazar el reinicio del diálogo y buscar un mayor acercamiento a Pekín y Moscú.
Mientras, Seúl y Washington han reforzado la cooperación militar con Tokio y fortalecido su mecanismo de disuasión desplegando repetidamente activos estratégicos estadounidense, como portaaviones o bombarderos, en la península coreana.