El Gobierno de Irlanda ha reforzado la presencia policial en Dublín para evitar que se reproduzcan los violentos disturbios de anoche, que se saldaron con 34 detenidos y varios policías heridos y que han provocado el rechazo del Ejecutivo de coalición entre democristianos, centristas y verdes.
Las autoridades no descartan que grupos de “hooligans” de “extrema derecha” y “anti-inmigración” vuelvan a escudarse en el apuñalamiento de 4 personas, 3 de ellas niños, ocurrido el jueves para destrozar de nuevo el centro de la capital.
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, advirtió este viernes de que hay más protestas programadas a través de las redes sociales para este fin de semana con la intención de repetir unos sucesos que han “avergonzado” a todo el país.
“Quiero decirle a una nación que está inquieta y asustada que esto no nos representa”, declaró el mandatario, quien elogió la respuesta de ciudadanos de “diferentes nacionalidades” para reducir al atacante, a los que calificó de “auténticos héroes de Irlanda”.
“Ayer, algunos decidieron que la mejor manera de responder a ese terrible suceso era tomar las calles de Dublín para aterrorizar, intimidar, saquear y destruir”, lamentó Varadkar, de origen indio y abiertamente gay.
Desinformación en redes
El “taoiseach” (primer ministro) confirmó hoy que 2 de los apuñalados, una niña de 5 años y una trabajadora de la escuela ante la que se produjo el ataque, se encuentran en estado grave, mientras los otros 2 menores están fuera de peligro.
La Policía irlandesa (Garda) ha detenido al supuesto agresor, que también resultó herido por arma blanca tras ser reducido por transeúntes, y aunque no ha informado aún sobre su identidad o el motivo del ataque, se sabe que no ha nacido en este país pero tiene pasaporte irlandés.
A raíz de este suceso, las redes sociales comenzaron a llenarse de informaciones sobre el presunto origen magrebí del sospechoso, con contenidos que las autoridades consideran que podrían considerarse como mensajes de odio.
En este sentido, la red social TikTok, cuya base de operaciones europeas está en Dublín, indicó hoy que está “vigilando de cerca” la plataforma “desde ayer por la tarde” y que está “eliminando de forma proactiva cualquier contenido que viole” sus directrices.
Un portavoz reiteró que la compañía “no permite amenazas violentas, incitación a la violencia o promoción de actividades delictivas que puedan dañar a personas o propiedades”.
Alerta ante más protestas
Por su parte, el comisario jefe de la Garda, Drew Harris, prometió hoy reforzar la presencia policial en las calles después de la “enorme destrucción” provocada por “una turba desenfrenada” y “radicalizada” durante los peores disturbios en “décadas”.
“Vamos a llevar a cabo una revisión fundamental de nuestras tácticas de orden público, dado el alto nivel de violencia. Habrá una organización y movilización significativa para evitarla”, indicó hoy el máximo responsable policial.
Harris destacó que el cuerpo ha iniciado sendas “investigaciones formales” sobre el apuñalamiento múltiple y los disturbios, que resultaron en la detención de 34 personas, 32 de las cuales comparecen hoy ante un juez acusados de varios delitos.
La Garda confirmó que desplegó “más de 400” uniformados, entre los que figuraban unos 250 antidisturbios, en el centro de la capital para “hacer frente a incidentes de orden público y desórdenes violentos graves en desarrollo y en evolución”.
Según el cuerpo, los violentos, entre 200 y 400 personas -según las autoridades-, llegaron a quemar 7 vehículos, incluidos 3 autobuses urbanos y un tranvía, mientras que 11 vehículos policiales “sufrieron graves daños”.
Asimismo, un “número de agentes resultaron heridos” y 13 establecimientos “fueron atacados y sustancialmente dañados”, sobre todo tiendas de deportes, precisó Harris.
“No podemos permitir entregar la ciudad a matones, saqueadores y pirómanos”, observó el comisario jefe, quien agregó que la niña de 5 años herida sigue “en estado muy grave”, mientras la mujer está “grave”.