Ucrania se prepara para un invierno de duros combates defensivos invirtiendo la mitad del gasto público en pertrechar a su Ejército, mientras su enemigo, Rusia, incrementa en dos tercios su presupuesto en defensa y seguridad.
“Los fondos existen y todas las decisiones están tomadas. Ahora debe hacerse el trabajo correspondiente sobre el terreno. Todo está perfectamente detallado. Hay minas y cemento suficientes” para fortificar, aseguró el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en su mensaje de anoche a la población.
El mandatario hizo esta declaración después de promulgar los presupuestos del Estado para 2024, cuya partida de gastos contempla cerca de 90 mil millones de dólares, la mitad de los cuales se destinará a defensa.
El gasto total ucraniano es inferior a los recursos que Rusia destinará el próximo año solo a defensa, que totalizarán alrededor de 111 mil millones de dólares.
Reforzar las fortificaciones
Zelenski señaló que “se necesita más rapidez y efectividad” en el refuerzo de las fortificaciones y recalcó que todos los responsables “tienen tareas claras”.
Precisamente en las tareas defensivas centró presidente ucraniano su visita hoy a la región sureña de Odesa, a orillas del mar Negro, donde abordó con los mandos militares la defensa de sus puertos e infraestructuras para la exportación de grano.
La ciudad de Odesa, la capital regional, fue atacada este verano casi a diario con drones y misiles en la campaña de bombardeos contra las capacidades de exportación agrícola de Ucrania.
Aunque en las últimas semanas las tropas de Moscú han intensificado los ataques contra las posiciones ucranianas, sobre todo el frente oriental, y aparentemente han recuperado cierta iniciativa, el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitró Kuleba, aseguró hoy en Bruselas que no hay un “estancamiento” en la respuesta de Kiev a la invasión rusa.
Kuleba hizo esta declaración a su llegada a la reunión de los titulares de Exteriores de la OTAN que finalizó hoy en la capital belga.
Kiev pide un área euroatlántica de industria de defensa
“Necesitamos crear un área común euroatlántica de industrias de la defensa. Este es el único modo no solo de seguir ayudando a Ucrania a un nivel suficiente, sino también de garantizar la seguridad y las capacidades de defensa de los propios países de la OTAN”, subrayó.
Kuleba expresó su confianza en que el Congreso de Estados Unidos “encontrará una solución que vaya en interés del pueblo estadounidense, que consiste en apoyar tanto a Israel como a Ucrania”, en alusión a la demora en la aprobación de la ayuda militar a Kiev.
“El mejor modo de evitar enviar a tus propios soldados a la guerra es ayudar a otro país a combatir su propia guerra”, aseguró.
Según muchos expertos militares, la contraofensiva ucraniana no logró los objetivos esperados este verano debido, en gran parte, a la solidez de las fortificaciones construidas por Rusia en el sur.
La OTAN resalta la debilidad de Rusia
Sin embargo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró hoy que Rusia “ha retrocedido”, ahora es “más débil política, militar y económicamente” y “cada vez depende más de China”.
“Año tras año, Moscú hipoteca su futuro a Pekín. Militarmente, Rusia ha perdido una parte sustancial de sus fuerzas convencionales: cientos de aviones, miles de tanques y ha tenido más de 300 mil bajas”, subrayó.
Stoltenberg indicó que no puede dar la fecha exacta de la entrega a Ucrania de aviones de combate F-16, pero expresó su esperanza de que comenzará lo antes posible.
Advirtió de que es necesario entender que los F-16 por sí solos no pueden “cambiar fundamentalmente la situación en el campo de batalla”.
Rusia redobla los ataques en el frente oriental
El Estado Mayor General ucraniano informó hoy de que durante la pasada jornada las tropas rusas continuaron sus intentos de avanzar con ataques masivos en varios teatros de operaciones de la provincia oriental de Donetsk, en particular junto a las localidades de Márinka, Avdivka y Bajmut.
El Ejército ruso aseguró hoy haber tomado la localidad ucraniana de Jromove (Artiómovskoye), al oeste de la ciudad de Bajmut, controlada por el Ejército ruso desde mayo pasado.