El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, afirmó este miércoles que su Gobierno ha recibido una solicitud de “un acuerdo de paz” por parte de una de las bandas criminales del país que están detrás del auge de una ola de violencia sin precedentes.
Durante una entrevista con el periodista Gonzalo Ruiz Álvarez emitida por los canales oficiales de la Presidencia, Noboa no reveló qué banda criminal está detrás de ese ofrecimiento, pero dio a entender que no se plantea valorar ese escenario.
“Esa carta significa que algo estamos haciendo bien o que (los criminales) ya no tienen la protección capaz dentro de las fuerzas del orden”, indicó el mandatario, que asumió el cargo el pasado 23 de noviembre para un corto mandato de año y medio, hasta mayo de 2025.
Noboa insistió en su intención de reestructurar las cárceles y construir prisiones de máxima seguridad y de “súpermáxima” seguridad, sin dejar de lado su promesa de campaña de establecer cárceles barcaza mientras se construyen esas prisiones.
“Bukele no inventó” el “modelo Bukele”
Preguntado por si seguirá un esquema similar al del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, el jefe de Estado ecuatoriano aseveró que “es un sistema que no inventó Bukele”, sino que ya estaba antes en países como México, Tailandia y Singapur, “con cooperación israelí en el diseño de las cárceles para delitos menores y contravenciones”.
El mandatario señaló que “el problema central” de la crisis de inseguridad y violencia de Ecuador está en la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más grande y poblada del país, que también ha sido el escenario de los peores episodios de la serie de masacres entre bandas rivales donde han sido asesinados más de 450 reclusos desde 2020.
“La Penitenciaría del Litoral va a dejar de parecerse a un centro comercial y se parecerá más a un centro de rehabilitación”, anticipó Noboa, que abogó por comenzar “por lo más básico, que es que no haya enchufes en las celdas”.
“Tiene más enchufes una celda de la Penitenciaría del Litoral que una habitación del hotel Marriott”, añadió.
Tres opciones de cárceles barcaza
Sobre las cárceles barcaza, Noboa indicó que esto “siempre fue una medida complementaria y provisional para segmentar y sacar a los presos que son amenazas reales a la seguridad ciudadana y el país y tenerlos aislados hasta que se terminen las cárceles de máxima seguridad y ‘súpermaxima’ seguridad”.
Noboa admitió que su implementación es compleja, “pero más complejo es tener a todos esos líderes en una misma Penitenciaría en el centro de la ciudad más poblada del país (Guayaquil), manejando operativos de violencia y de crimen organizado”.
Asimismo, detalló que ya tienen identificadas 3 embarcaciones que podrían servir de cárceles barcaza en Australia, Reino Unido y Estados Unidos que podrían llegar a Ecuador en 6 u 8 meses.
El presidente ecuatoriano también habló que “cambiar el indicador de éxito” en la lucha contra el crimen organizado, pues criticó que para el Gobierno de su predecesor, Guillermo Lasso, fuese la cantidad de toneladas de droga incautada.
“El indicador de éxito es que no estén cerrando negocios ni haya muertes violentas, ni ‘vacunas’ (extorsiones), y que haya orden en las cárceles y control en puertos y fronteras”, agregó.
Mensaje para jueces y fiscales
Noboa también adelantó que su administración señalará a fiscales y jueces que pongan en libertad a líderes de bandas criminales.
“Se tiene que empezar a sentir vergüenza pública cuando un funcionario está asociado con el crimen organizado. Si un fiscal o juez suelta al líder de una banda, lo publicaremos en los diarios, saldremos en todos los canales, para que la gente sepa que ese fiscal o ese juez lo soltó, a pesar de que policías y militares se jugaron la vida en esa lucha”, comentó el jefe de Estado.
La situación de violencia es uno de los principales retos que debe afrontar Noboa, pues la tasa de homicidios se ha casi quintuplicado en los últimos 5 años, al pasar de 5.8 a 25.62 por cada 100 mil habitantes en 2022, si bien expertos anticipan que el 2023 podría cerrarse en toro a 40, lo que situaría a Ecuador entre los países más violentos de Latinoamérica.