La jueza de la Corte de Apelaciones de Santiago Paola Plaza González rechazó este jueves un requerimiento del Partido Comunista y de familia del poeta y premio Nobel chileno Pablo Neruda para reabrir el caso sobre su muerte, ocurrida en 1973, días después del golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende.
En su escrito de desestimación, al que tuvo acceso la agencia informativa EFE, la magistrada argumento que el Estado chileno ha puesto a disposición todos los medios posibles para esclarecer los hechos y sostuvo que por ello las diligencias solicitadas por los demandantes no conducirían a resultados diferentes.
“Como reflexión final, aun cuando la parte querellante Partido Comunista de Chile sostenga a fojas 4,950 que “el Estado no ha empleado todos los medios a su alcance para averiguar la verdad”, basta la revisión del proceso para constatar que todos los recursos disponibles se han puesto al servicio de la investigación”, afirma.
Pesquisas “que ha incluido la intervención de expertos nacionales y extranjeros y el uso de tecnologías inéditas en la indagación criminal, más la obtención de relatos de testigos, pericias de diversa índole, búsqueda de documentos e informes policiales, entre muchos otros, abarcando cada arista propuesta por las partes para el esclarecimiento de los hechos”, agregó.
Por ello, considera que las diligencias solicitadas tanto por la familia del poeta como por el Partido Comunista de Chile, al que este pertenecía, “resultan inconducentes, ya fueron realizadas y resultan tardías”.
Nuevas pruebas
El recurso fue presentado por el PC el pasado 11 de octubre con el objeto de que se ampliaran las pesquisas en torno a el controvertido deceso del autor, quien, según su conductor, habría sido envenenado por unidades golpistas con el objetivo de agravar su enfermedad y acelerar su muerte.
La solicitud pedía seguir investigando si Neruda falleció a causa del cáncer de próstata avanzado que lo aquejaba o si un agente secreto de la dictadura le inyectó una bacteria hallada después en su cadáver y que, según diversos peritos y expertos médicos, no tenía por qué estar en su cuerpo.
“Tenemos la obligación política, moral, ética y jurídica de hacer lo que debe hacer una institución cuando temas que tienen una trascendencia histórica quedan a la interpretación en el cierre”, dijo entonces, en una rueda de prensa, el actual presidente del PC, Lautaro Carmona, antes de señalar que “se ha develado mucha documentación” nueva, y por eso el partido solicita citar a declarar al analista sobre Chile del Archivo de Seguridad Nacional estadounidense Peter Kornbluh.
Neruda falleció el 23 de septiembre de 1973 en la Clínica Santa María de Santiago, un día antes de exiliarse en México, donde podría haberse convertido en el gran opositor al dictador.
Posible envenenamiento
La tesis del envenenamiento fue planteada públicamente por primera vez por el chofer y secretario del poeta, Manuel Araya, fallecido el pasado junio a los 77 años. Su testimonio fue la base de la denuncia que presentó el PC –respaldada por parte de la familia del escritor– y que en 2011 dio origen a la investigación en curso.
Entre otras pruebas, el PC también solicitó identificar quienes supuestamente intervinieron en el delito. “Hemos citado antecedentes nuevos de quien podría estar vinculado directamente con poner la inyección”, señaló hoy el abogado Miguel Luna, integrante del equipo jurídico del partido.
En la indagatoria previa, que se alargó por 6 años, participaron 3 paneles internacionales. El segundo de ellos contradijo la versión oficial hasta entonces que atribuía la muerte del diplomático a su enfermedad y reveló la presencia del bacilo “clostridium botulinum”, responsable del botulismo, en uno de sus molares tras la exhumación de sus restos en 2013.
El tercer grupo de expertos, que entregó su informe final a la magistrada Plaza en febrero pasado, debió determinar si esa bacteria, que se encuentra por lo general en la tierra y que puede causar problemas al sistema nervioso e incluso la muerte, estaba en el cuerpo de Neruda en el momento de fallecer o si penetró de alguna forma después.
Días antes de la entrega de las conclusiones de los forenses, el sobrino del poeta Rodolfo Reyes, quien tuvo acceso al informe por ser querellante en la causa, afirmó que los expertos concluyeron que el “clostridium botulinum” encontrado en 2017 en los restos del escritor “estaba en su cuerpo en el momento de la muerte”.