El presidente Andrés Manuel López Obrador mostró “respeto a la familia” del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán por la muerte de su madre, María Consuelo Loera, que falleció ayer a los 94 años.
En su conferencia diaria, el mandatario descartó la activación de mecanismos de seguridad extra en el estado de Sinaloa porque en esta entidad “y en todo el país hay vigilancia siempre”.
“Cualquier ser humano que pierde la vida merece respeto y también consideración a sus familiares”, expresó.
También abogó por “poner en práctica el principio filosófico universal del amor al prójimo”.
Loera, también abuela de los narcotraficantes conocidos como “Los Chapitos”, actuales líderes del Cártel de Sinaloa, habría muerto el domingo en una clínica privada de Sinaloa, pues padecía secuelas tras haber enfermado de Covid-19 en 2021.
Un año antes, ella y López Obrador se saludaron en una visita del mandatario en Sinaloa, algo que le valió una serie de críticas.
Sin embargo, el presidente no solo defendió el encuentro, sino que además buscó apoyarla para gestionar una visa humanitaria para que ella y las hijas de Guzmán pudieran ir a visitar al narcotraficante en Estados Unidos.
Actualmente, Joaquín El Chapo Guzmán y su hijo y nieto de Loera, Ovidio Guzmán, se encuentran recluidos en Estados Unidos, enfrentando acusaciones relacionadas con el narcotráfico.
Finalmente, el presidente subrayó que, en su opinión, el Gobierno “ha ido avanzando en hacer frente al flagelo de la violencia”, así como a “todos los errores” cometidos por administraciones anteriores en este ámbito, “sobre todo por corrupción”.
