Más de 20 mil mujeres en México se ven afectadas cada año por el cáncer de mama y al menos la mitad son diagnosticadas en etapas avanzadas, por lo que es vital promover la detección y tratamiento oportunos de esta enfermedad para elevar los pronósticos de vida de estas pacientes, dijo una experta.
“Es realmente un reto. Nuestro objetivo es que el diagnóstico sea en el momento más oportuno, de la forma más oportuna para que el tratamiento pueda ser curativo y si no es así, tratar de dar el tratamiento personalizado más adecuado”, señaló en entrevista con EFE la oncóloga Alexandra Garcilazo.
En México, durante 2022 se registraron 23,790 nuevos casos de cáncer de mama entre la población de 20 años y más. En el mismo año se registraron 7,888 fallecimientos por este tipo de cáncer, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El cáncer de mama, precisó la experta, es una enfermedad que inicia cuando las células sanas cambian y crecen sin control, formando una masa llamada tumor.
Un tumor canceroso es maligno, lo que significa que puede crecer y propagarse a otras partes del cuerpo, lo que se conoce como cáncer metastásico.
“De todos los casos, entre el 10 y 12% se detecta en etapas metastásicas, lo que representa un reto para el tratamiento, además de que afecta la calidad de vida de las mujeres”, enfatizó.
El cáncer de mama también puede desarrollarse en mujeres y hombres; sin embargo, menos del 1% de estas neoplasias se desarrollan en hombres.
Importancia de prevenir
De acuerdo con el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, el 30% de los casos de cáncer de mama son prevenibles y otro 30% se puede diagnosticar oportunamente.
La especialista apuntó que, a diferencia de otros tumores, en los cuales no existe forma de diagnosticarlos a tiempo porque no dan síntomas, en el de mama “tenemos un tamizaje e incluso, medidas para disminuir el riesgo”, apuntó la especialista.
El autoexamen mamario regular, exámenes clínicos anuales (después de los 25 años), así como someterse a mastografías anuales (después de los 40 años) son prácticas esenciales que pueden salvar vidas, siempre acompañado de la consulta de un profesional de la salud.
Sin embargo, Garcilazo precisó que aún existen muchos retos al respecto, pues todavía no es muy común hablar de esta enfermedad.
“Creo que lo que nos hace falta mucho es esta parte de la educación, que la población en general sepa que a partir de los 40 años necesita hacerse la mastografía”, explicó.
Asimismo, recordó que es sumamente importante mantener un estilo de vida saludable, una dieta lo más equilibrada posible, que no sea alta en productos procesados, embutidos o grasas saturadas, mantener un peso acorde a la estatura, evitar el tabaco y el alcohol, principalmente.
“Además, creo que es súper importante promover el autoconocimiento. Conocer nuestro cuerpo, conocer los cambios que puede haber porque las primeras que podemos detectar estos cambios somos nosotras nadie nos conoce mejor”, enfatizó.