Los líderes políticos más destacados de la derecha en Brasil iniciaron una carrera por heredar los votos del expresidente Jair Bolsonaro, un día después de que el líder ultraderechista fuera condenado a quedar inelegible hasta 2030 por abuso del poder en las elecciones de 2022.
Desde la esposa del propio exmandatario, Michele Bolsonaro, y su exministro y actual gobernador de Sao Paulo, Tarcisio de Freitas, hasta algunos líderes de la centroderecha que siempre fueron aliados de Bolsonaro, comenzaron tímidos movimientos tras el apoyo del aún indiscutible líder de la ultraderecha, que recibió los votos del 49% de los brasileños en las presidenciales de octubre.
El propio exjefe de Estado dejó claro en las declaraciones que concedió tras ser inhabilitado políticamente que no está muerto; que seguirá activo y que cualquiera que quiera aspirar a la Presidencia en 2026 por las fuerzas conservadoras tendrá que recibir su apoyo. “A partir de ahora soy un soporte electoral de lujo”, dijo.
La misma opinión la expresó Valdemar Costa Neto, el presidente del Partido Liberal (PL), formación liderada por Bolsonaro, y quien dijo que, pese a haber sido declarado inelegible por 8 años, el expresidente se convirtió en “el mayor elector de Brasil”.
Esposa de Bolsonaro aspira a ser la heredera
“Estoy a sus órdenes mi capitán. Nuestro sueño sigue más vivo que nunca”, dijo en un mensaje que publicó en sus redes sociales Michele Bolsonaro, que comenzó una carrera política este año, cuenta con el apoyo del PL y es considerada como una fuerte candidata a heredar el enorme caudal político de su marido por sus firmes posiciones conservadoras y religiosas.
El partido de Bolsonaro viene invirtiendo en la imagen de Michele, a la que convirtió en estrella de sus campañas para atraer el electorado femenino, pese a que los dirigentes admiten que su falta de experiencia puede perjudicarla.
El gobernador de Sao Paulo, que fue ministro de Infraestructura en el Gobierno de Bolsonaro y es un importante aliado del capitán de la reserva del Ejército, también publicó un mensaje de solidaridad con el líder inhabilitado.
“El liderazgo del presidente Bolsonaro como representante de la derecha brasileña es incuestionable y perdura. Decenas de millones de brasileños cuentan con su voz. Seguimos juntos, presidente”, afirmó De Freitas.
El gobernador del estado más poblado de Brasil, cuya gestión cuenta con una elevada aprobación, representa a Republicanos, partido vinculado a las influyentes iglesias evangélicas, pero ya ha recibido invitaciones para inscribirse al PL de Bolsonaro.
Gobernador de Sao Paulo puede unir derecha y centro
De Freitas tiene la ventaja de, por ser menos radical, agradar tanto a la derecha como a las mayoritarias fuerzas de centro, que actualmente apoyan el Gobierno del progresista Luiz Inácio Lula da Silva pero que ya respaldaron al líder ultraderechista.
Otro gobernador que figura en la lista de posibles herederos de Bolsonaro es el de Minas Gerais, Romeu Zema, que en 2022 fue reelegido con amplio apoyo en el segundo estado más poblado de Brasil, también cuenta con elevados índices de aprobación y es el principal dirigente de Novo, el partido insigne de los liberales.
Zema, que apoyó a Bolsonaro en la segunda vuelta de las presidenciales, también ha dado pasos de acercamiento al PL, principal formación de la oposición y que tiene las mayores minorías tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados.
Igualmente son señalados como posibles sucesores de Bolsonaro en caso de que consigan su aval la exministra de Agricultura y actual senadora Tereza Cristina, representante de los también influyentes y conservadores propietarios rurales, y el exministro de la Presidencia y actual diputado Ciro Nogueira, importante líder de la centroderecha.
Dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula reconocen que, incluso declarado inelegible, Bolsonaro puede movilizar a sus millones de electores a favor de otro candidato de derecha y convertirse en protagonista de las presidenciales de 2026.
Por ese motivo han dicho que el objetivo es seguir desgastando su imagen y evitar que se presente como una víctima de una persecución.
“La inhabilitación fue solo el comienzo”, afirmó el ministro de Relaciones Institucionales, Alexandre Padilha, al referirse a los otros 16 procesos que el líder ultraderechista enfrenta en la Justicia por supuestas irregularidades o crímenes en su mandato.