El Congreso del estado de Colima realizará una sesión solemne el próximo 31 de enero a las 11 de la mañana, en el marco del bicentenario de la creación del territorio federal de Colima.
Asimismo, se aprobó que durante dicha sesión se lleve a cabo la develación de una placa alusiva a los 200 años de la creación del territorio federal de Colima.
Lo anterior, a iniciativa del coordinador del grupo parlamentario de Morena, Armando Reyna Magaña, quien presentó al pleno de la Sexagésima Legislatura una iniciativa de acuerdo económico.
En los antecedentes del acuerdo, Reyna Magaña dijo que la conmemoración de los hechos históricos y relevantes de Colima es de vital importancia, ya que permite reconocer las raíces, conservar las tradiciones, comprender la identidad y saber sobre el devenir histórico.
Destacó el coordinador de la bancada de Morena, que la propuesta se centra en la conmemoración de lo que hoy es el estado libre y soberano de Colima.
A decir de Armando Reyna, en la actualidad no se cuenta con una efeméride tan relevante desde la fundación de la primera Villa de Colima, como un hecho histórico y notorio de nuestro devenir, sino hasta el otorgamiento del rango de territorio federal en el artículo séptimo de la Constitución de 1824.
“Es bien sabido que la Villa de Colima se fundó el 25 de julio de 1523, en un lugar cercano a Caxitlán, municipio de Tecomán y su fundador fue el capitán Gonzalo de Sandoval, quien recibió órdenes de Hernán Cortés, en busca de un sitio y fundaron la Villa de españoles que debía llamarse Colimán”, precisó.
Armando Reyna dijo que el capitán De Sandoval, localizó este sitio en donde hoy está la ciudad de Colima; “desde su creación, hasta consumada la independencia, Colima osciló entre la égida de Nueva Galicia y Valladolid”.
Destacó que la maestra María Irma López Rasgado, en su ensayo “El Siglo de la Transformación y Consolidación del Mestizaje”, da cuenta de las inconformidades que se suscitaban entre los pobladores, por la disputa del territorio y los ordenamientos públicos.
En otra parte del documento, Armando Reyna agregó que Colima dependió del Obispado de Valladolid, desde su creación, hasta finales del siglo XVIII, cuando pasó al Obispado de Guadalajara, tanto en materia religiosa como administrativa, y fue en abril de 1789 cuando el rey autorizó que los curatos de La Barca, Ayo El Chico, Atotonilco, Ocotlán, Zapotlán, Tamazula, pertenecientes ahora a Jalisco y Colima, Almoloyan, Ixtlahuacán, y Caxitlán, pertenecientes a Colima, pasaran a la jurisdicción neo gallega, ocasionando duplicidad con el Obispado de Valladolid.
Esta medida, señaló Armando Reyna, a decir del historiador José Miguel Romero de Solís, demostró una vez más los conflictos de las autoridades en la iglesia de Colima, que se resolvió legalmente hacia 1796, por un mandato del virrey Miguel de la Grúa Salamanca y eso generó dificultades para los pobladores de Colima, como por ejemplo para el trámite de asuntos administrativos o políticos debían viajar a Valladolid (hoy Morelia) y si eran cuestiones religiosas, tenían que ir a Nueva Galicia.