El club argentino Newell´s Old Boys decretó 3 días de luto por el fallecimiento del exjugador y entrenador de categorías inferiores de la entidad rosarina, Jorge Griffa.
“En virtud del fallecimiento de Jorge Griffa, el Club Atlético Newell’s Old Boys decreta un luto de 3 días y, hasta entonces, las banderas permanecerán a media asta. Hasta siempre Maestro, ¡su legado será eterno!”, publicó el club en su perfil de la red social X.
El exdefensa argentino, campeón de la Copa América con la Albiceleste y de numerosos títulos con el español Atlético de Madrid, falleció a los 88 años de edad, según informó este lunes el club del que era “símbolo indiscutido”.
El Maestro jugó durante 5 temporadas en Newell’s antes de recalar en la entidad colchonera en 1959. Con los madrileños jugaría 291 partidos en 10 temporadas en el club, con el que conquistaría 5 títulos: una Liga (1966), 3 Copas (entonces denominadas del Generalísimo), las primeras en la historia del Atleti (1960, 1961 y 1965) y la Recopa de Europa (1962).
Tras 12 años en España (ya que al Atleti le sumó el Espanyol de Barcelona), Griffa anunció su retirada, y volvería a las categorías inferiores de Newell´s para ser entrenador. Desde el banquillo rojinegro, promovió el ascenso de futbolistas de la talla de Jorge Valdano, Ricardo Giusti o Gabriel Batistuta.
Además, la entidad rojinegra publicó un video rememorando uno de los homenajes que le hizo el club, donde puede verse el profundo amor que sentía por los colores del equipo.
“Hay veces donde a uno lo recuerdan cuando pasó a la historia y desapareció del Mundo, pero yo he tenido la suerte de vivirlo en carne y hueso y eso es una gran satisfacción”, declaró entonces Griffa, quien también pudo presenciar varios homenajes en el Atlético de Madrid, donde fue figura indiscutible de la defensa en los años 60.
En noviembre de 1967, aún como jugador rojiblanco, recibió el homenaje del club colchonero, con un duelo contra el Benfica, que terminó con victoria visitante (1-2).
Ya más recientemente, en 2019, 60 años después de dejar las filas rojiblancas, retornó a Madrid para ser homenajeado por la afición en el Estadio Wanda Metropolitano, donde se le vio visiblemente abrumado por el cariño de los aficionados.
“Esto es un exceso, sólo traté de hacer las cosas de la mejor manera y nada se hace solo”, declaró.