Por *Mtra. Ruth Holtz
En las vicisitudes de la vida podemos decidir no abrirnos a sentir o incluso a amar y a confiar en otras personas. Literalmente “cerramos el corazón”. Hemos relacionado este órgano con la vida emocional y en efecto, es en el corazón donde se generan los mensajes que ordenan al cerebro cómo regular el cuerpo. Es complejo explicar la neurofisiología del corazón, hay mucha polémica. Lo importante es que la zona cardiaca se ha asociado con el asiento de las emociones. Es un hecho, bioenergéticamente, que el corazón representa el centro más vulnerable del cuerpo, capaz de capitanear el sistema nervioso, incluso al cerebro. Como órgano es un enigma, contiene neuronas que pueden llevar a cabo reacciones fundamentales en el cuerpo, y gobernar sobre el cerebro mediante mensajes cortos.
Nuestro interés es hablar acerca de si hemos o no perdido la conexión con lo que sentimos, con nuestro interior, como sea que lo podamos visualizar. Lo vemos como el corazón porque es la parte del cuerpo de la que pende la vida y el área más vulnerable, encerrada en su jaula de huesos, las costillas.
Decimos que “perdimos el corazón” cuando nos han lastimado profundamente, especialmente alguien que amamos. También se ha asociado el corazón a la zona más vulnerable del cuerpo, relacionada con nuestra parte infantil o con lo que es más íntimo y preciado para cada uno.
Desde el punto de vista psicoterapéutico nos referimos al centro del que emana la vida emocional y bioenergética del cuerpo. Es decir, las emociones se sienten en el corazón, se envía mensajes al cerebro para que libere las sustancias que lleven al cuerpo a sentir la emoción específica, y entonces el interior de la persona se expresa. Es también el lugar de principal conjunción y transmutación de energías de los chakras. El chakra del corazón es el puente entre las energías más materiales de sustento vital y las más sutiles como la expresión, la intuición y la espiritualidad. Bioenergéticamente el corazón controla el flujo no sólo de sangre, sino la respiración y generación de energía biológica que mantiene al cuerpo vivo y energizado.
Estamos por iniciar el taller “Recobra tu corazón”, que trata sobre la recuperación de nuestras conexiones emocionales, primero con nosotros mismos y luego con los demás, que rompemos ante el sufrimiento en la vida. Los traumas que pasamos pueden hacer que perdamos esa conexión tanto con nosotros mismos como con los demás. Se trata de una decisión por miedo a volver a sentir el dolor, por estar vulnerables y abiertos a ser lastimados. Y entonces la conexión se pierde, pero también lo valioso de sentir y de proyectar esa energía interna, que si no se ofusca por la experiencia negativa, se vuelve poderosa para conseguir una mayor penetración y gozo emocional.
“Perder el corazón” es volverse duro, sin emociones, que actúa distante, con indiferencia y frialdad. Eso genera relaciones superficiales que no son edificantes ni enriquecedoras, sino meramente de intercambio de intereses.
“Perder el corazón” es también no tener compasión con uno mismo y actuar sólo hacia afuera, lo que los demás piden sin conexión alguna con las profundas razones de nuestra interioridad que manifiesta deseos, ilusiones y hondas intenciones de expansión y amor.
“Perder el corazón” es negarse a amar porque es difícil, dado que las relaciones no siempre discurren como queremos, porque se sufre cuando el amado no corresponde o cuando le pasan cosas que le lastiman y que no podemos evitar. Y también, porque a veces, quien nos ama nos ata y nos lleva a abandonar nuestros intereses y necesidades.
Desconectarnos de nuestro centro, que es nuestro corazón, es romper el puente entre sólo llenar necesidades materiales y cumplir proyectos, realizar sueños, sentir la unidad de todo y poder expresar el amor, la sabiduría y percibir la inmensidad de la existencia.
La motivación para vivir cada día y entregarse a amar y ser amados nace del corazón. Quien lo ha perdido se ha negado al amor y su vida discurre vacía y sin sentido, plana afectivamente y rutinaria.
El taller “Recobra tu corazón”, te permitirá encontrar el amor a ti mismo, sacar el dolor del corazón y conectarte con su gran poder para abrir tu vida al amor, sanar tus heridas emocionales y poder establecer relaciones edificantes con los demás y contigo mismo. Este taller se llevará a cabo el viernes 16 y sábado 17 de febrero. Inscríbete.
* Tels. 312 330 72 54 / 312 154 19 40 Correo: biopsico@yahoo.com.mx