El Milan y la Serie A condenaron este sábado los insultos racistas que recibió el meta francés Mike Maignan, que se negó a seguir jugando el partido ante el Udinese a la media hora de partido, aunque volvió al campo pocos minutos después para reanudar el duelo.
“En nuestro futbol no hay absolutamente ningún lugar para el racismo: estamos consternados. Estamos contigo, Mike”, expresó el Milan.
El meta avisó al árbitro durante la primera hora en varias ocasiones de estar recibiendo insultos racistas hasta que se hartó de la situación.
Maignan se marchó al vestuario y el resto de sus compañeros le siguieron dentro. El sonido del estadio se pidió que cesaran los coros. 4 minutos después, en el 38’ de la primera mitad, con 0-1 en el marcador en favor de los rossoneri y algunos de los jugadores de Udinese pidiendo explicaciones a su propia afición, Maignan y el resto de jugadores del Milan volvieron al campo y el colegiado reanudó el encuentro.
El árbitro avisó de que, en caso de nuevos insultos racistas, el partido sería suspendido definitivamente. A los pocos segundos de la reanudación, el Udinese empató el duelo.