Los atentados que hace 22 años le costaron la vida a 202 personas en 2 centros nocturnos en la isla indonesia de Bali, la acción terrorista más sangrienta ocurridas en el país, se someten a juicio en Guantánamo (EUA), mientras que otros yihadistas implicados buscan su reinserción en Indonesia.
Dos de los autores, Mohammed Farik bin Amin, de 48 años, y Mohammed Nazir bin Lep, de 47, recluidos en la base militar estadounidense de Guantánamo, aguardan desde hoy recibir la sentencia por aquella acción, atribuida al grupo radical terrorista Yemaa Islamiya.
Los 2 acusados malasios se declararon culpables la semana pasada en una vista en Guantánamo, en la isla de Cuba, y deberán aguardar varios días hasta que se emita una sentencia.
Según el diario New York Times, Farik y Nazir llegaron a un acuerdo con los fiscales del tribunal militar en Guantánamo, lo que puede facilitar una pena más leve y su envío pronto a Malasia.
Ambos habrían acordado testificar contra el coacusado en el proceso y considerado el autor intelectual de los atentados de Bali, el indonesio Encep Nurjaman, más conocido como Hambali.
Los 3 formaban parte supuestamente de la Yemaa Islamiya, considerada el brazo de Al Qaeda en el sudeste asiático y a la que se atribuyen los ataques en Bali, perpetrados por 2 yihadistas suicidas.
Farik, Nazir y Hambali fueron detenidos en agosto de 2003 en Tailandia y, tras pasar varios años por centros secretos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en los que fueron supuestamente torturados, fueron enviados en 2006 a Guantánamo.
El autor intelectual de los atentados
Hambali, que llegó a ser conocido como el “Osama bin Laden del sudeste asiático”, está acusado de planear los atentados en la turística isla de Bali, en la que murieron ciudadanos de 21 nacionalidades, y en 2003 contra el hotel Marriot en Yakarta, donde fallecieron 11 personas.
Fue detenido cuando se encontraba en Tailandia, donde había accedido con un pasaporte español falso, con la intención de atentar contra la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), y lleva desde 2006 en Guantánamo a la espera de ser juzgado.
En Indonesia, yihadistas acusados de terrorismo pueden reducir sus penas si expresan su arrepentimiento y se someten a programas de desradicalización y reinserción.
El indonesio Ali Imron, condenado a cadena perpetua por los atentados de Bali, ha pedido el perdón presidencial para poder salir de la cárcel y colaborar con programas de desradicalización, según contó en una entrevista reciente con el diario South China Morning Post.
“Tengo que contarle a la gente los hechos. La Yemaa Islamiya sigue existiendo y aún hay un peligro potencial contra el público”, afirmó Ali Imron.
En diciembre de 2022, las autoridades indonesias concedieron la libertad condicional a otro acusado por los ataques en Bali, Umar Patek, tras reducirle a más de la mitad la condena a 20 años de cárcel que cumplía.
El Departamento de Prisiones justificó entonces que Patek había participado en un programa de desradicalización, pero la medida provocó críticas del Gobierno australiano y de familiares de las víctimas.
El líder espiritual de la Yemaa Islamiya
Cerca de la medianoche del 12 de octubre de 2002, 2 potentes explosivos estallaron en el bar Paddys y la discoteca Sari Club de la localidad de Kuta en Bali y mataron a 202 personas de 21 países, entre ellas 88 australianos, 32 indonesios y 23 británicos, e hirieron a otras 209.
Otra bomba estalló cerca del consulado de Estados Unidos en Denpasar, la capital de la isla, sin causar víctimas.
Tres de los autores, los indonesios Ali Amrozi, Imam Samudra y Ali Gufron, que justificaron los atentados en nombre de los musulmanes que sufren bajo Israel y Estados Unidos, fueron arrestados y condenados a muerte en 2002 y ejecutados el 8 de noviembre de 2008 en Indonesia.
En enero de 2022, otro de los responsables por la masacre de Bali, el indonesio Zulkarnaen, fue condenado a 15 años de prisión tras pasar casi dos décadas huido.
El clérigo Abu Bakar Bashir, considerado el líder espiritual de la Yemaa Islamiya, fue liberado a comienzos de 2021 tras cumplir 10 de los 15 años de cárcel, a los que fue sentenciado por apoyar un campo de entrenamiento para yihadistas en Indonesia.
Bashir también fue condenado a 30 meses de prisión en 2005 por conspiración en relación con los atentados en Bali, pero fue liberado en 2006 por buena conducta.
La Yemaa Islamiya, designada organización terrorista por la ONU y numerosos países, fue fundada en 1993 para crear un califato islámico en Indonesia, Malasia, Singapur, el sur de Filipinas y Tailandia y se le atribuyen numerosos atentados perpetrados en todo el sudeste asiático.