El presidente Andrés Manuel López Obrador admitió que no abordó las medidas antimigrantes del gobernador de Texas, Greg Abbott, en su reunión con congresistas texanos, incluyendo Michael McCaul, líder del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
“No (hablamos del tema), por respeto, cada quien es libre, es independiente, ya saben ellos que no aceptamos que maltraten a mexicanos ni a migrantes, mucho menos a nuestros paisanos mexicanos, pero hablamos, sí, de que Texas era de México”, respondió el mandatario a cuestionamientos de la prensa en su conferencia diaria.
El mandatario federal declaró que fue “muy bueno el encuentro” sobre migración y cooperación para el desarrollo que tuvo el martes con los republicanos McCaul y Randy Weber, y con el demócrata Henry Cuéllar, quienes representan a Texas en la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Pero López Obrador no expresó su rechazo a las medidas antiinmigrantes de Texas pese a que la Cancillería denunció el 14 de enero que una mujer y 2 niños de México murieron ahogados en el río Bravo o Grande, donde el cerco de púas que instaló el gobernador impidió el actuar de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
“Acerca del encuentro de ayer con los legisladores texanos, fue muy bueno el encuentro, mucho muy bueno, ellos muy respetuosos y es un encuentro bastante constructivo, provechoso, porque imagínense cuánto tenemos de frontera con Texas, y hay diferencias y es mejor dialogar y hablar”, mencionó ahora el mandatario.
Las tensiones entre el Gobierno de México y el de Texas han crecido en el último año por las medidas migratorias de Abbott.
La Cancillería cuestionó este mes al gobernador porque sugirió en una entrevista que las autoridades de su estado no disparan contra los migrantes que intentan llegar a territorio estadounidense porque la Administración de Joe Biden las acusaría de asesinato.
El Gobierno de México expresó su rechazo en noviembre pasado porque el Congreso de Texas aprobó la Ley SB 4, que permite a autoridades estatales detener y deportar migrantes.
Antes, a mitad de 2023, envió varias notas diplomáticas a Washington para quejarse porque Texas colocó boyas y alambre de púas en el fronterizo río Bravo o Grande, incluyendo en el área que corresponde a México, para disuadir a migrantes de cruzar.
Además, López Obrador ha atribuido en diversas ocasiones que las medidas del gobernador texano se deben al contexto electoral de 2024.