El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó este martes en 2 décimas sus previsiones de crecimiento global para 2024, hasta el 3.1%, aunque alertó de riesgos que podrían menguar este crecimiento, como la crisis en el Mar Rojo derivada de la guerra de Gaza, que podría provocar interrupciones en la oferta y hacer subir los precios.
En su último informe de perspectivas económicas (WEO, en inglés), el fondo recalca que las tensiones geopolíticas podrían prolongar además “las condiciones monetarias restrictivas”.
“Este es sin duda uno de los factores de riesgo que podría acarrear más perturbaciones”, apuntó en una conversación con periodistas el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, en referencia a la crisis en el Mar Rojo por los ataques contra buques comerciales por parte de los hutíes que llevan produciéndose desde el 19 de noviembre.
Aún así, el panorama actual es menos gris que el estimado en las previsiones previas del Fondo, publicadas en octubre, y la recuperación económica mundial tras la pandemia de Covid-19, la invasión rusa de Ucrania y la crisis del coste de vida está demostrando ser “sorprendentemente resistente”.
Para este 2024 se proyecta un crecimiento global del 3.1%, 2 décimas más de la estimación de octubre, una mejora que es consecuencia de la resiliencia de la economía de Estados Unidos y de China.
Para 2025, se prevé que la economía global crezca el 3.2%, la misma cifra estimada previamente.
“Se espera un aterrizaje suave, con una inflación que disminuye constantemente y un crecimiento que se mantiene. Pero el ritmo de expansión sigue lento y podría haber turbulencias en el futuro”, explicó Gourinchas.
El pronóstico para 2024-25, no obstante, está por debajo del promedio histórico (2000-19) del 3.8%, en un contexto de altos tipos de interés para combatir la inflación.
Crecimiento sostenido de economías avanzadas y emergentes
Por zonas, el FMI estima que, después del 1.6% de 2023, las economías avanzadas crecerán este 2024 un 1.5%, una décima más de lo calculado en octubre, y un 1.8% en 2025, la misma cifra.
De entre ellas, el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos aumentará un 2.1%, 6 décimas más de lo estimado y que se atribuye a que el país creció más de lo previsto en 2023 (3.1%).
En 2025 la cifra se reducirá hasta un 1.7%, 2 años de bajada que son consecuencia de los efectos retardados del endurecimiento de la política monetaria.
La zona euro, por su parte, avanzará este año el 0.9% (3 décimas menos de lo pronosticado) y un 1.7% en 2025 (una décima menos), caídas motivadas por la débil confianza de los consumidores, los efectos persistentes de los altos precios de la energía y debilidades en inversiones manufactureras y empresariales sensibles a los tipos de interés.
En cuanto a las economías de mercados emergentes y en desarrollo, experimentarán un crecimiento estable hasta 2024 y 2025, con un 4.1% y 4.2% respectivamente, una décima más que lo estimado previamente, en ambos años.
El FMI mejoró en cuatro décimas el crecimiento de China, hasta el 4.6% este 2024, y lo mantuvo en el 4.1% para 2025. La mejora de 2024 refleja el crecimiento mayor de lo esperado en 2023 y un mayor gasto gubernamental en el desarrollo de capacidades contra desastres naturales.
En Oriente Medio y Asia Central la economía crecerá el 2.9% en 2024, con una revisión a la baja de 0.5 puntos porcentuales que se debe principalmente a la menor producción de petróleo de Arabia Saudita.
La inflación baja y los tipos también
El FMI apunta que la inflación está cayendo “más rápido de lo esperado en la mayoría de regiones” y estima que bajará al 5.8% en 2024 y al 4.4% en 2025 (2 décimas menos de lo estimado en octubre).
Se espera que las economías avanzadas experimenten una desinflación más rápida y que en 2024 llegue al 2.6% (4 décimas menos) y al 2% en 2025 (2 décimas menos), la cifra objetivo que se han puesto bancos centrales como la Reserva Federal (Fed) estadounidense.
Para las economías emergentes se ha revisado al alza en 3 décimas para este año, hasta el 8.1%, debido en gran parte a la crisis económica de Argentina.
En este contexto, el FMI estima que las tasas de interés se mantendrán en los niveles actuales para la Fed, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra hasta la segunda mitad de 2024, antes de disminuir gradualmente.