Una ofensiva militar de Israel en Rafah, área en el extremo sur de la Franja de Gaza donde residen más de un millón de civiles palestinos, la mayoría desplazados, sería un crimen de guerra por ser una zona superpoblada, dijo hoy un portavoz de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de la ONU.
“Según el derecho internacional humanitario, el bombardeo indiscriminado de zonas densamente pobladas puede constituir un crimen de guerra. Para ser claros, la intensificación de las hostilidades en Rafah, en estas circunstancias, podría provocar la pérdida a gran escala de vidas civiles”, declaró Jens Laerke, portavoz de la entidad.
La población de Rafa se ha quintuplicado desde que empezó la guerra el 7 de octubre y ahora supera los 1.1 millones de personas, lo que ha llevado todos los indicadores a graves extremos, que apuntan, entre otros problemas, a una inminente crisis sanitaria por la inexistencia de servicios públicos.
Además, “la emergencia de salud mental es ya un hecho constatado. Todos y cada uno de los niños sufren algún tipo de trauma”, recalcó Laerke.
Agregó que como testigo que es de esta situación, la ONU debe advertir lo que ocurriría en caso de que Israel cumpla con lo que ha anunciado en relación a una invasión terrestre de Rafah, lugar al que ordenó evacuar a la gente desde el resto del territorio palestino.
“Podemos dejar claro lo que dice la ley. Según el derecho internacional humanitario, el bombardeo indiscriminado de zonas densamente pobladas puede constituir un crimen de guerra y debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para evitarlo”, declaró.
En la misma comparecencia ante la prensa, un representante de la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) denunció el más reciente ataque contra oficinas de la Media Luna Roja Palestina, la entidad de socorro equivalente a la Cruz Roja en los países occidentales, y en la que murió la responsable de los jóvenes voluntarios de toda la Franja de Gaza.
“Fue asesinada el viernes mientras estaba haciendo lo que hacía cada día, ayudar a los heridos, a los desplazados internos…”, lamentó el portavoz de la FICR, Tommaso Della Longa, quien dijo que ésta es la undécima vez que deben denunciar un crimen similar.
“Esta es una muestra del nivel de violencia y hasta donde la situación ha ido, los trabajadores humanitarios no tienen protección y los hospitales son blanco de ataques”, denunció.