Estados Unidos calculó que los bombardeos que llevó a cabo en Siria e Irak en represalia por el ataque contra sus tropas en Jordania resultaron en 40 militantes proiraníes fallecidos o heridos.
El portavoz del Pentágono, general de brigada Pat Ryder, apuntó en una conferencia de prensa que se trata de una estimación inicial.
“Los primeros indicios apuntan que unos 40 militantes vinculados a grupos proiraníes murieron o resultaron heridos en los ataques estadounidenses contra 7 instalaciones, que incluyeron más de 85 objetivos que el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y milicias asociadas han utilizado para atacar a las fuerzas estadounidenses”, dijo.
La respuesta estadounidense en Siria e Irak se produjo después de un ataque con dron perpetrado a finales de enero por milicias proiraníes en Jordania, cerca de la frontera con Siria, en el que murieron 3 soldados estadounidenses y otros 40 resultaron heridos.
“Estados Unidos seguirá tomando las medidas necesarias para proteger a su pueblo. No dudaremos en responsabilizar a quienes amenacen la seguridad de nuestras fuerzas”, indicó el portavoz del Pentágono, según el cual las conclusiones preliminares apuntan que en la operación del 2 de febrero no murió ningún iraní.