De acuerdo con la investigación de la consultoría Integralia, el estado de Colima, junto con Jalisco, Michoacán, Chiapas, Morelos y Guerrero, concentran un riesgo muy alto de intervención de grupos criminales debido a la gran cantidad de organizaciones delictivas que están en conflicto y la diversificación de mercados ilícitos en esas zonas.
El estudio también advierte que los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Tamaulipas, Zacatecas, Guanajuato, Estado de México, Tabasco y Veracruz se encuentran en zonas donde el riesgo de violencia política es considerado alto.
La consultora refiere que el crimen organizado se hace presente en 5 variables: a través de la violencia política (amenazas, secuestros, agresiones y asesinatos en contra de funcionarios, precandidatos o candidatos), del financiamiento de campañas, imponiendo candidatos, movilizando o inhibiendo el voto, con la entrega de despensas, dinero en efectivo, así como amenazas o agresiones a la población.
Ante ello, Integralia visualiza y alerta escenarios en zonas de alto riesgo como la intervención de casillas con acciones violentas, la destrucción de boletas, casillas o instalaciones electorales, así como amenazas o agresiones al personal electoral.
Lo anterior, se refiere en el estudio, podría propiciarse más ante un estado de Derecho débil, pues aprovechan los momentos de la elección para garantizar continuidad o cambiar autoridades locales.