Aunque en México no estamos “en pañales” en materia de energías alternativas, hace falta mucha difusión para ir arraigando en las poblaciones pequeñas su uso, pues se trata de un aspecto cultural, afirmó el periodista Jorge Zarco, analista y especialista en políticas públicas en el sector de la energía.
De visita en Tecomán para reportear el programa municipal para el uso de sistemas fotovoltaicos o paneles solares, el cual se lanzó hace un año, aproximadamente, el periodista destacó que en las poblaciones pequeñas es relativamente más fácil insertar una nueva cultura de uso de energías alternativas, para hacer eficiente la generación y consumo de ellas. Después de ello, consideró que será más fácil para las autoridades aterrizarlo de la mejor manera que en grandes ciudades. “Si empezamos por lo más básico es fácil extender los beneficios, y que de boca en boca se vaya comunicando el por qué son buenos los sistemas, en este caso, fotovoltaicos o los sistemas hídricos o eólicos”, dijo en una entrevista para El Comentario.
México, enfatizó, no está “en pañales” en el tema pues cuenta con un programa importante en la Ciudad de México: el proyecto “Ciudad Solar”, el cual está reconocido por la agencia GIZ, que es la Agencia Alemana de Cooperación Internacional. Consiste en proyectos fotovoltaicos para industrias, locales, edificios gubernamentales y techos solares.
Además, recordó que en Jalisco hay un programa de techos solares que ha convertido a ese estado como el número uno de México.
Coincidió con que el manejo de energía es un tema cultural, pues debe entenderse desde los hábitos de consumo en las actividades cotidianas de una casa. “Difícilmente se entiende la tecnología sino se aterriza desde la escuela y familias”, afirmó.
Jorge Zarco agregó que un panel solar puede generar “democracia en la generación y consumo de energía”, puesto que un sistema fotovoltaico podría llegar a una población donde no alcanza la red eléctrica porque no es económicamente viable para las empresas generadoras. “La CFE tiene la obligación, pero tal vez la lleve en 15 a 20 años, y un sistema fotovoltaico lo compras hoy y lo tienes la próxima semana y ese mismo día empieza a operar, por eso viene a democratizar la generación de energía y su uso”.
Concluyó señalando que falta difundir mucho esas tecnologías que,” a pesar de llevar en el mercado mexicano un promedio de 15 a 20 años, o en la investigación más 50 años, no se habían difundido porque toda tecnología al inicio es muy cara, y ahorita ya los precios son ridículamente accesibles comparándolos con el inicio del mercado”.