El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, fue dado de alta del hospital en el que fue ingresado el fin de semana por un problema en la vejiga, informó el Pentágono.
Austin fue dado de alta sobre las 3:30 de la tarde hora local del hospital militar Walter Reed, a las afueras de Washington, y en el que fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos el pasado domingo, lo que le impidió viajar a Bruselas esta semana como tenía previsto.
La oficina de prensa del Pentágono señaló que el secretario se recupera bien y que ha retomado sus labores este mismo martes, aunque por el momento, y por recomendación de sus doctores, de manera remota desde su domicilio. La expectativa es que vuelva a su despacho en el transcurso de esta semana.
Austin, de 70 años, fue ingresado el pasado domingo luego de sentir unas molestias en la vejiga, y tras haber sido sometido en diciembre de 2023 a una prostatectomía a causa del cáncer de próstata que padece.
Según el Pentágono, el problema de la vejiga fue solucionado el lunes sin necesidad de una intervención quirúrgica.
“El problema de la vejiga no estaba relacionado con su diagnóstico de cáncer y no tendrá ningún efecto en su excelente pronóstico de cáncer”, agregó el comunicado.
El Pentágono precisó que el subsecretario de Defensa, el presidente del Estado Mayor conjunto, la Casa Blanca y el Congreso han sido notificados de su estado de salud.
Austin tenía programado viajar a la capital belga para participar este miércoles en una nueva reunión del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania. Su agenda en Europa incluía la reunión ministerial de la OTAN, con una conferencia de prensa sobre la misma el jueves.
No obstante, la agenda se suspendió tras ser hospitalizado el domingo.
Su hospitalización por el cáncer de próstata generó una enorme controversia dado que ni Austin ni su equipo informaron de lo sucedido al presidente, Joe Biden, hasta el 4 de enero, tres días después de haber sido ingresado, y el Pentágono no emitió un comunicado a la prensa hasta el 5 de enero.
La oposición republicana denunció que durante esos días hubo un vacío de poder al frente del Pentágono en un momento crítico, en el que la guerra de Gaza amenazaba con una escalada regional del conflicto en Medio Oriente.