Seis hombres fueron hallados muertos en Ecuador cerca del lugar donde 3 semanas atrás se realizó la mayor incautación de droga de la historia del país, al encontrar 21.5 toneladas de cocaína en almacenes subterráneos de una finca rural.
Los cadáveres se encontraron con impactos de bala en un riachuelo situado a pocos metros de un camino rural que transita una zona agrícola y que comunica las localidades de Vinces y Ventanas, en la provincia tropical de Los Ríos, según detalló el coronel de la Policía William Calle.
Las 6 víctimas eran familiares y amigos que viajaban en un mismo vehículo, tras una reunión en un domicilio del cantón (municipio) de Ventanas, según relataron los parientes a la Policía, que presume que fueron asesinados en un lugar distinto, ya que en la zona donde aparecieron los cadáveres no hay indicios balísticos.
“Tampoco tenemos la camioneta. Estamos investigando, y vamos a llegar hasta las últimas consecuencias”, dijo Calle, que no quiso ligar sin tener mayores evidencias este crimen con la droga incautada semanas atrás.
Esta masacre ocurrió en medio del “conflicto armado interno” declarado por el presidente Daniel Noboa desde inicios de enero contra el crimen organizado para detener una escalada de violencia por parte de las bandas criminales que incluyó la toma de un canal de televisión por parte de un grupo armado y motines simultáneos en cárceles con 200 presos que lograron ser liberados.
Con esta declaración de “guerra” pasó a considerar como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales a 22 bandas criminales dedicadas principalmente al narcotráfico y que han tejido nexos con los carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, así como con la mafia albanesa, para hacer llegar la cocaína producida principalmente en Colombia hasta Norteamérica y Europa.
El auge de estas mafias, que controlan cárceles enteras en Ecuador, ha llevado a que el país andino sea uno de los más violentos de Latinoamérica, con una tasa de unos 45 homicidios por cada 100 mil habitantes en 2023.