La Legislatura de Nuevo Hampshire aprobó una solicitud del gobernador republicano Chris Sununu para el envío de 15 soldados de la Guardia Nacional de ese estado a Texas en la frontera con México, aunándose así a más estados que envían tropas a la frontera suroeste de Estados Unidos.
“En vista de la inacción del Gobierno federal, la labor de la Guardia Nacional de Nuevo Hampshire en la frontera sur tendrá un impacto que salvará vidas, no sólo en Texas sino también aquí”, afirmó Sununu en una declaración.
Sununu afirmó que el fentanilo causa la crisis más grave en la salud de Nuevo Hampshire y ha resultado en la muerte de 400 a 500 personas por cada año en la última década.
En su mensaje al Comité Conjunto de Finanzas de la legislatura, el gobernador había señalado que el desplazamiento de tropas tiene un costo de menos de un millón de dólares “para hacer algo que deberían hacer otros, pero no están dispuesto a hacerlo”.
La Legislatura autorizó el gasto de 850 mil dólares para la misión de la Guardia Nacional de Nuevo Hampshire en Texas.
Al igual que gobernadores de otros estados, Sununu culpa al gobierno del presidente Joe Biden por la crisis en la frontera sur de EUA que ha visto un aumento en la detención de migrantes que cruzan de forma irregular.
El jueves, durante su último mensaje anual ante la legislatura, Sununo dijo que esa migración “no es un problema Texano”.
“Es una crisis nacional y Nuevo Hampshire tiene la oportunidad de proveer apoyo especializado, de cumplir con la ley del país y de mantener protegidos a nuestros ciudadanos”.
El martes pasado el gobernador de Georgia, el republicano Brian Kemp, indicó que enviará entre 15 y 20 soldados de la Guardia Nacional de su estado para que colaboren en la construcción de un puesto de comando para tropas de la Guardia Nacional de Texas, que albergará a 1,800 soldados.
Ese mismo día el gobernador republicano de Montana, Greg Gianforte, informó que la Guardia Nacional de su estado coordinará con las autoridades de Texas para determinar qué voluntarios puedan responder mejor a las necesidades del estado sureño.
Este viernes el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, dijo en una conferencia de prensa que espera que la primera fase del campamento esté lista para el próximo abril cuando albergaran a 300 soldados en Eagle Pass.
“Como todos sabemos, cuando llegue la primavera habrá caravanas adicionales que se abrirán paso por la parte sur y central de México… Queremos asegurarnos de que cuando lleguen a la encrucijada sobre si irán a Texas o a otro lugar, sepan que el lugar equivocado al que ir es el estado de Texas”, advirtió Abbott.