El canciller alemán, Olaf Scholz, subrayó este martes que no está sobre la mesa la posibilidad de enviar soldados europeos o de la OTAN a combatir en Ucrania.
Durante una visita a Friburgo (sur), Scholz enfatizó que existe “consenso” en torno a que este principio seguirá vigente “en el futuro”, después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, no excluyese el lunes el envío de tropas terrestres a Ucrania en caso de que fuera necesario.
“Lo que habíamos acordado juntos y entre nosotros también seguirá vigente en el futuro, que no haya fuerzas terrestres, que no haya soldados en suelo ucraniano que hayan sido enviados por Estados europeos o de la OTAN”, afirmó.
“Es importante cerciorarse de ello una y otra vez, y que haya habido acuerdo al respecto es, desde mi punto de vista, un avance muy, muy bueno y muy importante”, destacó un día después de asistir en París a la conferencia sobre Ucrania en la que Macron hizo las controvertidas declaraciones.
El canciller ya había argumentado este lunes su renovada negativa a suministrar misiles Taurus a Ucrania con la importancia de evitar una involucración activa en el conflicto, puesto que dicho armamento no puede ser manejado sin la participación de soldados alemanes.
“Alemania es el país europeo que más apoya militarmente a Ucrania. Seguirá siendo así. Pero está claro que no nos convertiremos en parte del conflicto, ni de forma directa ni indirecta”, escribió Scholz en la red social X.
Varios jefes de Gobierno, entre ellos los de Hungría, Polonia y República Checa, rechazaron hoy la posibilidad de enviar a sus soldados a combatir en Ucrania.
El Kremlin, por su parte, tachó de “inevitable” un choque directo con la OTAN si los países aliados despliegan tropas en Ucrania y el portavoz de la Presidencia rusa dijo que estos deben “valorar” si el conflicto con Rusia “corresponde a sus intereses y los intereses de sus pueblos”.