Un nuevo informe sobre el tiroteo de la primaria Robb en Uvalde, Texas, revelado este jueves (7), exculpó de responsabilidades a los policías que respondieron a la matanza, lo que contradice los resultados de otros reportes que encontraron “fallas en cascada” que derivaron en la muerte de 19 niños y 2 adultos.
Durante una reunión especial en el Ayuntamiento de Uvalde, el investigador Jesse Prado aseguró que los policías no cometieron ningún delito ni violaron ninguna política en su respuesta a la masacre, según información citada por la televisora KSAT.
Prado atribuyó las fallas en la respuesta de la policía a problemas de comunicación y los padres fuera de la escuela difíciles de controlar, entre otras razones.
El investigador consideró que las acciones de cada uno de los policías fueron de “buena fe”.
Prado, un policía retirado de Austin, fue contratado por la ciudad de Uvalde para realizar el informe por un costo de 100 mil dólares y que debería entregarse a finales de octubre de 2022. Pero el experto tardó 19 meses en entregar los resultados, que no han sido revelados al público en general.
Las conclusiones del informe fueron compartidas inicialmente con el Concejo de la ciudad y los familiares de las víctimas, que rechazaron los resultados catalogándolos como “una broma” irrespetuosa.
Las conclusiones de Prado contradicen una serie de informes que encontraron numerosas fallas en la respuesta de las autoridades, que tardaron 77 minutos en enfrentarse al agresor, Salvador Ramos, de 18 años.
En enero pasado, el Departamento de Justicia catalogó como un “fracaso” la respuesta de la Policía local al considerar erróneamente la situación como si se tratara de un sospechoso atrincherado, incluso cuando los niños y maestros pidieron ayuda por teléfono, detalló el documento.
El informe de las autoridades federales hace eco de las conclusiones de la investigación de la Cámara de Representantes de Texas, que en 2022 encontró “fallas sistémicas” entre las agencias policiales y los protocolos de seguridad escolar para detener a Ramos. A los agentes les tomó más de una hora irrumpir en el salón de clases donde se encontraba el agresor y matarlo. Al menos 376 agentes de diferentes agencias de ley respondieron a la escena, entre ellos unos 100 del Departamento de Seguridad Pública de Texas.