La Bolsa de Nueva York cerró la semana con todos indicadores a la baja con respecto a la anterior, resaltando el caso del Dow Jones de Industriales, que concluye este viernes (8) su peor semana desde octubre.
Los medios financieros achacan gran parte de la culpa al rumbo de Nvidia, que empieza a mostrar un aspecto errático: tras 7 semanas seguidas de ganancias, y con una cotización que esta misma mañana se anunciaba prometedora (abrió con una subida del 5,.1%), su rumbo se revirtió de manera dramática para cerrar con sus acciones en clara caída (-5.5%).
Si el Dow cayó 0.93% en la semana, lo mismo le sucedió al selectivo S&P (-0.26%), y al Nasdaq, que fue el peor parado (-1.17%) por culpa de Nvidia.
El oro, mientras, ha vivido una de sus mejores semanas, batiendo un récord tras otro desde el pasado martes (5); y este viernes (8) volvió a tocar techo y se llegó a poner en los 2,202 dólares la onza, pero al cierre perdió fuelle y se quedó en los 2,186.20, que sigue siendo una cifra mejor que la de ayer.
Los analistas atribuyen la fuerte subida del oro a la debilidad del dólar, las expectativas de rebajas de los tipos de interés y a las compras realizadas por los bancos centrales.
También el bitcoin, la criptomoneda más utilizada, ha tenido una semana espectacular: este viernes (8) llegó a superar los 70 mil dólares y ha marcado así un nuevo máximo histórico, el segundo en una semana, impulsado por la entrada en el mercado de grandes fondos de inversión tras autorizar EUA los fondos cotizados (ETF) vinculados a esa criptodivisa.
La criptomoneda ha tocado los 70,085 dólares, según datos de Bloomberg, con lo que supera el récord anterior, de 69,191.9 dólares, alcanzado el pasado martes (5).
La fuerte subida del bitcoin se relaciona con la decisión de la SEC, el supervisor bursátil de EUA, de autorizar los ETF ligados al precio al contado de esta criptomoneda. A partir de ese momento, el flujo de inversión desde los grandes fondos al mercado de bitcoines se ha disparado.
En cuanto a la política económica, los mercados reaccionaron sin grandes sobresaltos a las palabras nada sorprendentes del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, del pasado miércoles (6), cuando dijo en el Congreso que es muy probable una bajada de tipos, pero siempre en su tono comedido y lleno de condiciones.
“Si la economía evoluciona en general como se espera, es probable que sea apropiado comenzar a marcar de nuevo la política de restricción en algún momento de este año”, dijo.
