Un total de 13,249 personas han sido detenidas por las fuerzas de seguridad de Ecuador en los 64 días que lleva vigente el estado de excepción y “conflicto armado interno” declarados a inicios de año por el presidente Daniel Noboa contra la violencia de las bandas del crimen organizado.
Así lo reveló el llamado Bloque de Seguridad (integrado por autoridades militares, policiales y del Gobierno), en el último informe diario sobre el resultado de las 170,510 operaciones ejecutadas durante el periodo de excepción, con el que las bandas criminales pasaron a ser consideradas como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales.
El rubro de detenciones incluye a 280 sospechosos de terrorismo, indicó el Bloque al precisar que en las operaciones se han abatido 15 sujetos identificados como “terroristas”.
En los operativos conjuntos, militares y policías han decomisado 3,752 armas de fuego, 24,859 explosivos, 202,836 balas, 1,468 cargadores de balas y 5,017 armas blancas.
También se han incautado 1,072 vehículos, 1,535 motocicletas y 28 embarcaciones, además de unos 322 mil dólares y unos 400 mil litros.
La estadística precisa que en las operaciones han fallecido 3 agentes de la Policía en el cumplimiento de su deber y no se han registrado bajas en las filas castrenses.
Al declarar el “conflicto armado interno”, el Gobierno identificó a al menos 22 grupos del crimen organizado transnacional “como organizaciones terroristas” y “actores no estatales beligerantes”, lo que abrió la puerta legal para que las Fuerzas Armadas junto con la Policía actúen con todos sus recursos para neutralizar a las bandas criminales.
La espiral de violencia en Ecuador se desató cuando el Gobierno se disponía a aplicar su política de “mano dura” para recuperar el control de las prisiones, muchas de ellas dominadas internamente por grupos de delincuentes, cuyas rivalidades dejaron más de 450 presos asesinados desde 2020 en una serie de masacres carcelarias.
Esa violencia carcelaria saltó también a las calles hasta convertir a Ecuador en uno de los países más violentos, con 45 homicidios intencionales por cada 100 mil habitantes en 2023.
