La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció este miércoles el desembolso a Ucrania de un primer tramo de 4,500 millones de euros procedente del paquete de apoyo de 50 mil millones para los próximos 4 años acordados por la Unión Europea hace menos de un mes, una vez levantado el veto inicial de Hungría.
“El financiamiento está fluyendo para cubrir las necesidades urgentes de Ucrania y el país ha construido una base sólida para el apoyo de la Unión Europea hasta el final de 2027”, dijo Von der Leyen en una declaración junto al primer ministro de Ucrania, Denís Shmihal.
Este dinero, abundó Von der Leyen, será “crucial para ayudar a Ucrania a mantener el funcionamiento del Estado en este momento complicado” en plena agresión rusa; Bruselas tiene previsto hacer un segundo pago de 1,500 millones de euros en abril una vez Kiev empiece a cumplir las primeras condiciones acordadas para el pago de la ayuda.
Además de para el desembolso, Shmihal acudió a Bruselas para entregar a Von der Leyen el plan del país para, en sus palabras, “volver a un rápido crecimiento y recuperar las pérdidas que ha causado la guerra”.
“Hemos hecho un amplio trabajo para preparar este plan, que cubre casi 70 áreas de reforma, incluyendo el sector público, una serie de reformas económicas para desarrollar un clima de negocio y emprendimiento y creando puntos de futuro crecimiento para nuestra economía”, afirmó.
Von der Leyen subrayó que el plan usa un enfoque similar al empleado por la propia UE con el plan de recuperación pospandemia, combinando reformas con inversiones, por lo que debería “impulsar el crecimiento” y al mismo tiempo ayudar a Ucrania a acercarse a la Unión Europea.
“Estoy segura de que podremos evaluarlo de manera positiva pronto”, dijo la presidenta de la Comisión Europea.
También el primer ministro ucraniano celebró que la UE y Ucrania “nunca habían estado tan unidos” y agradeció que los 88 mil millones recibidos de la UE y sus Estados miembros hasta finales de 2023 en los últimos 2 años hayan sido clave para “asegurar la estabilidad macrofinanciera y resiliencia interna” del país y para cubrir las necesidades presupuestarias más urgentes o apoyar a millones de ciudadanos.