Una ola de violencia entre hindúes y musulmanes dejó al menos 5 muertos y decenas de heridos en el estado de Haryana, en el norte de la India, lo que llevó al corte de los servicios de internet y la imposición de toque de queda en algunas zonas para relajar la situación.
Una de las muertes se produjo cuando una turba incendió una mezquita en la ciudad de Gurgaon, en Haryana, en un ataque en el que también se produjeron disparos, informó hoy a la prensa el comisionado adjunto de Policía metropolitana, Nitish Agarwal.
Según la agencia de noticias india PTI otras 4 muertes y decenas de heridos se registraron en el distrito de Nuh, entre ellos varios agentes de las fuerzas de seguridad.
El brote de violencia que comenzó la tarde de ayer y se prolongó durante toda la noche, se originó en Nuh después de que un grupo de hindúes organizara una procesión por una zona de mayoría musulmana.
Las autoridades informaron del arresto de varios de los presuntos participantes de la violencia y están siendo interrogados.
Las tensiones entre ambos grupos obligaron a las autoridades a imponer un toque de queda y a suspender los servicios de internet en ambos distritos, además de aumentar la presencia policial en las calles y bloquear algunas carreteras para evitar más altercados.
Las autoridades de Gurgaon ordenaron además el cierre de todas las instituciones educativas a lo largo de la jornada de hoy.
En un intento por establecer la paz en la región, las autoridades de Haryana organizaron esta mañana una reunión con los principales portavoces de ambos grupos involucrados en los enfrentamientos para esclarecer lo sucedido.
La India ha vivido en el pasado sangrientos choques entre hindúes y musulmanes que han dejado miles de muertos y heridos.
La llegada al poder del líder nacionalista hindú Narendra Modi ha coincidido con una radicalización entre la mayoría hindú y, de acuerdo con numerosas organizaciones de derechos humanos, también con un aumento desproporcionado de ataques contra la minoría musulmana.