España acogerá por segunda vez en su historia el campeonato del mundo femenino de balonmano, tras ser elegida sede del Mundial del año 2029 por el consejo de la Federación Internacional (IHF) reunido en la localidad francesa de Créteil.
Una elección a la que la candidatura española llegaba como la única a concurso tras caerse de la carrera, casi antes de empezar, la opción de un proyecto conjunto entre China y Rusia por las sanciones que pesan sobre el país eslavo por la invasión de Ucrania.
Circunstancia que no impidió a la Federación Española de Balonmano ganarse la confianza de los miembros de la IHF con un proyecto que llegaba avalado por el “éxito organizativo” del Mundial femenino celebrado en España en el año 2021.
“Nuestro principal punto fuerte es el recuerdo del Mundial del año 2021 que, pese a disputarse en un momento muy complicado a causa de la pandemia fue todo un éxito a nivel de organización”, señaló el presidente de la Federación Española, Francisco Blázquez, en declaraciones a la EFE antes del inicio de la elección.
Pero pese al buen sabor de boca dejado por el campeonato del Mundo celebrado en 2021 en Granollers, Torrevieja, Castellón y Llíria los rectores federativos quieren “demostrar” que se pueden hacer “todavía mejor las cosas” en el año 2029.
“En 2021 no tuvimos la oportunidad de hacer todo lo que nos hubiese gustado porque un año antes llegó la pandemia y no pudimos desarrollar todo el trabajo de promoción y divulgación que teníamos previsto, porque ni siquiera sabíamos si íbamos a poder vender entradas”, explicó Blazquez.
Un Mundial de 2029 que el presidente de la Federación Española de Balonmano confía que suponga, como ya ocurrió con el del 2021, en el que las Guerreras concluyeron en una brillante cuarta posición, un punto de inflexión para el desarrollo y promoción del balonmano femenino español.
“Este campeonato del Mundo vuelve a confirmar la apuesta decidida de la Federación por el balonmano femenino y va a suponer un nuevo impulso, un nuevo punto de inflexión”, indicó Blazquez.
Para ello, se ha apostado por llevar el Mundial, que se celebrará del 28 de noviembre a 16 de diciembre de 2029, a lugares donde el “balonmano se siente de una forma distinta”, sedes como Valencia, Málaga, Galicia o Irún, que se convertirán en el “epicentro” del campeonato.
“La idea es que Irún sea el epicentro y posiblemente sea el lugar donde se dispute la final tras la construcción del nuevo pabellón que está previsto”, señaló el presidente de la Federación Española de Balonmano.
Un Francisco Blázquez que contó con el respaldo en Créteil de la diputada de Deportes de la Diputación Foral de Guipúzcoa, Goizane Álvarez, la alcaldesa de Irún, Cristina Laborda, y el presidente del CD. Bidasoa, Gurutz Aginagalde, así como del presidente de Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco.
La celebración del Mundial femenino de año 2029 se suma al Europeo masculino que España organizará en 2028 junto con Portugal y Suiza, 2 eventos que como señaló Blázquez convertirán a “nuestro país en la imagen del balonmano a nivel internacional”.
Además de la designación de España como sede del mundial femenino de 2029 la Federación Internacional acordó también conceder el Campeonato del Mundo femenino de 2031 a la República Checa y Polonia.
Igualmente fueron elegidas durante la reunión del consejo de la IHF las sedes de los mundiales masculinos de los años 2029, que albergarán Francia y Alemania, y 2031, que se disputará en Dinamarca, Islandia y Noruega.