La excanciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa dijo este lunes que la crisis entre su país y México se tiene que resolver, y la vía es “la buena diplomacia”, es decir, dialogar una y otra vez con quien se discrepa.
“Para eso sirve la diplomacia, no es para hablar y discutir temas con la gente que concuerda con nosotros y que tiene las mismas agendas, las mismas visiones. La diplomacia sirve para hablar con los que opinan diferente o con los que están en posiciones diferentes”, explicó a EFE en Madrid al ser preguntada por la reciente entrada de la Policía ecuatoriana en la embajada de México para detener al exvicepresidente Jorge Glas.
“La buena diplomacia sirve para situaciones tan delicadas como la que estamos atravesando con México, que, por cierto, ha sido un aliado, un país amigo, con vínculos por muchas, muchas décadas (…) y creo que eso debe prevalecer”, añadió sobre la reacción de México de suspender relaciones diplomáticas con el Ecuador el pasado 5 de abril.
Sobre la crisis que vive su país y el respaldo en el referéndum de este domingo a las nuevas medidas de seguridad propuestas por el presidente Daniel Noboa, la exministra de Relaciones Exteriores (2007 y 2017-2018), prefirió estudiar a fondo los resultados finales de la consulta antes de manifestarse.
No obstante, insistió en que el problema del crimen organizado no es exclusivo del Ecuador: “El despliegue que se haga en un país individualmente será insuficiente para tratar un tema que es de corte regional”, comentó sobre los esfuerzos de su país contra el crimen organizado y en particular el narcotráfico.
En cualquier caso, consideró fundamental “la coordinación con los países vecinos” y “el respeto a la dignidad y a los derechos humanos” de las políticas de seguridad que se apliquen.
El Ecuador, resaltó, ha sido conocido “como un país que respeta los órganos y tratados en materia de derechos humanos y la Declaración Universal de los Derechos Humanos”.
“Es un momento difícil, pero nuevamente, insisto, la solución para combatir el crimen organizado y el narcotráfico no está en un país individualmente, sino en el continente, en la región. Y también en los países de destino de la droga, que no solo son los Estados Unidos, también países de Europa”, incidió.
“Esto es un tema de responsabilidad compartida, de responsabilidad global y debe ser enfrentado como tal”, resumió.