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Ingresos paupérrimos empujan a los jubilados de Argentina a seguir trabajando

Por EFE Abr27,2024

Los paupérrimos ingresos de la mayoría de los jubilados de Argentina están muy lejos de cubrir sus necesidades básicas, por lo que un número creciente se ve obligado a seguir trabajando, incluso nonagenarios, mayormente en la informalidad y con salarios igualmente deprimidos.

En Argentina, la edad de jubilación es de 60 años para las mujeres y de 65 para los hombres y hay unos 6.5 millones de jubilados, lo que representa casi el 14 % de la población total del país.

Según datos oficiales del cuarto trimestre de 2023, de 19 millones de personas ocupadas (formal e informalmente) dentro de la población urbana de Argentina, un 4.4% eran mayores de 65 años, buena parte de ellos jubilados.

Esa proporción era del 3.9% a finales de 2022, lo que evidencia que el peso de la tercera edad dentro de la fuerza laboral ha aumentado en el último año, en un escenario de creciente deterioro económico y elevadísima inflación (211.4% en 2023).

“Aquel que logra acceder a jubilarse en Argentina, cobra una jubilación ridícula, que está lejos de cubrir mínimamente una canasta de necesidades básicas. Por lo cual, aun cobrando una jubilación, tiene que trabajar en un mercado informal, donde hay una sobreexplotación de las personas mayores”, explica a EFE Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires.

Los registros oficiales dan cuenta de que, de 10.6 millones de personas con ocupación formal, 927,405 son mayores de 60 años y, dentro de ellos, 329,716 son trabajadores que ya cobran una jubilación.

Los jubilados que trabajan formalmente lo hacen sobre todo por cuenta propia. Apenas unos 73,405 son, además de jubilados, asalariados bajo contrato formal.

En los registros oficiales sorprenden 1,332 jubilados mayores de 90 años con un trabajo formal y destacan las casi 30 mil personas jubiladas, en su mayoría mujeres, inscritas en el régimen de casas particulares (servicios de limpieza y cuidado).

Más allá de ese grupo que permanece en el mercado laboral formal están los adultos mayores, jubilados o no, que trabajan en la informalidad, en condiciones de extrema fragilidad, protagonistas, según Semino, de una “crisis humanitaria de “padecimiento y explotación”.

Según datos oficiales, la población ocupada mayor de 60 años es de 1.7 millones de personas y en este segmento la tasa de empleo no registrado era del 43.4% al tercer trimestre de 2023.

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By EFE

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