El Gobierno elevó su proyección para el crecimiento de la economía brasileña en 2024 desde el 2.2%, que esperaba en marzo pasado, hasta el 2.5% previsto en el Boletín Macrofiscal divulgado este jueves por el Ministerio de Hacienda.
La nueva previsión indica que el crecimiento de la mayor economía latinoamericana sufrirá una nueva desaceleración este año, tras haberse expandido un 4.9% en 2021, un 3% en 2022 y un 2.9% en 2023.
La proyección del Ministerio es mayor que la del Banco Central (1.9%) y que la del Fondo Monetario Internacional (2.2%).
El Ministerio de Hacienda explicó que mejoró su proyección para adecuarla al “avance robusto” de las ventas del comercio minorista y del sector servicios en los primeros meses del año, así como al aumento de los puestos de trabajo y de los créditos.
Según el Ministerio, la expansión proyectada para el sector servicios, responsable por cerca del 70% del producto interno bruto (PIB) brasileño, compensó las revisiones hacia abajo de la agropecuaria y de la industria.
La proyección para el crecimiento de los servicios este año fue elevada desde el 2.4% hasta el 2.7%, mientras que la de la industria, reducida desde el 2.5% hasta el 2.4%.
En cuanto a la agropecuaria, el Ministerio dijo que espera una retracción del 1.4% este año (por encima del 1.3% inicialmente previsto) como consecuencia de la caída de las cosechas de soja y de maíz por los problemas climáticos provocados por el fenómeno de El Niño.
El Ministerio admitió que en sus nuevos cálculos aún no son considerados los impactos provocados por las inundaciones sin precedentes en el sur de Brasil, que han dejado 152 muertos y 2.3 millones de damnificados, y que dejaron grandes extensiones de cultivos bajo las aguas y paralizaron las fábricas de la región.
“La magnitud del impacto dependerá de la aparición de nuevos eventos climáticos, de que se extiendan esos impactos a los estados vecinos y de los efectos de los programas de auxilio fiscal y de crédito anunciados para las ciudades afectadas”, según el documento.
El próspero estado de Rio Grande do Sul tiene un peso del 6.5% en el PIB brasileño y el Ministerio considera que las inundaciones afectarán significativamente la producción en el segundo trimestre, principalmente la agropecuaria e industrial, pero que las pérdidas serán parcialmente compensadas en los trimestres siguientes.