Habitantes de la Ciudad de México se enfrentan a las más altas temperaturas que se hayan registrado en su historia, lo que ha supuesto esfuerzos adicionales para cuidar el agua, a los animales y la salud.
En entrevistas con EFE, ciudadanos de la capital mexicana, una de las más pobladas en el mundo, reconocieron los efectos de la crisis climática y el calentamiento global.
Mientras los capitalinos afirman sentir “calores más extremos” y temperaturas sin precedentes, autoridades como el Servicio Meteorológico Nacional han advertido qué México atraviesa por una tercera ola de calor.
Los pronósticos han advertido de temperaturas de hasta más de 45 grados Celsius en todo el territorio mexicano, mientras que en la Ciudad de México superan los 35 grados Celsius.
El miércoles, científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advirtieron que el país experimentará las mayores temperaturas de su historia en los próximos 15 días, lo que también supone un costo medioambiental por contaminantes.
Altas temperaturas cambian hábitos y alertan por cuidado de animales
Cristina Gómez, quien trabaja como oficinista en la alcaldía Iztacalco, oriente de la capital, admitió no sentir antes “un calor así”.
La mujer señaló que las temperaturas son tan altas que ahora se baña con el agua directa de la regadera sin necesidad de un calentador.
Además, pidió hacer conciencia por los animales de la calle, pues, dijo, nadie cuida de ellos.
“Hay que poner agua a los animales, perros y gatos, callejeros, así como nosotros tenemos la necesidad de refrescarnos, ellos igual; sobre todo ellos, que no tienen quien los cuide”, expresó.
Mientras que Natanael Ramírez, de 37 años, contó a EFE que “el calor es insoportable en la calle” y que ha llegado a causarle dolores de cabeza.
Relató que en estos últimos días toma más de 4 litros de agua para refrescarse durante el día.
Añadió que acompaña el vital líquido con frutas como la naranja y la sandía y también recordó no haber sentido antes “temperaturas tan altas”.
“Está más intenso el calor que en años anteriores. Antes hacía calor, pero llovía”, dijo.
Ramírez admitió que el calor es parte del cambio climático y aseguró que es real el calentamiento global.
Angélica García, una ama de casa capitalina y su hijo menor también admitieron sentir el efecto del calentamiento global y afirmaron que toman medidas básicas para evitar golpes de calor u otros efectos como la deshidratación.
La mujer contó que ha instruido a su hijo Alejandro a no salir de casa sin una botella de agua, protector solar, vestimenta ligera y gorra o sombrero y también ha aconsejado al menor de edad de posibles efectos adversos como golpes de calor, que incluso pueden ocasionar la muerte, o la deshidratación.
“Necesito tomar mucha agua”, enfatizó el menor.
La madre contó que cuando acompaña a su hijo a jugar tiene que refugiarse en la sombra y estar en constante hidratación.
Incluso el niño refirió que los efectos del sol en la capa de ozono pueden provocar fenómenos contaminantes para el medio ambiente.