Estados Unidos anunció que pondrá en pausa algunos programas de asistencia a las autoridades de Níger mientras el país sufre un intento de golpe de Estado y su presidente, Mohamed Bazoum, se encuentra retenido.
“Esta medida provisional no afecta a todos los programas de asistencia estadounidenses en Níger”, explicó en un comunicado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
En concreto, dijo el diplomático, se mantendrá el envío de ayuda humanitaria y de alimentos.
Sin embargo, recordó Blinken, la asistencia a las autoridades de Níger “depende del gobierno democrático y del respeto al orden constitucional”.
Con todo, el responsable de la diplomacia estadounidense evitó referirse a la situación como un “golpe de Estado”, en línea con la postura oficial de la Administración de Joe Biden, que considera que todo puede revertirse con la vuelta al poder de Bazoum.
El propio mandatario nigerino pidió ayer en una columna publicada en el periódico The Washington Post que EUA y la comunidad internacional apoyen a su Gobierno, y advirtió que, si prospera el golpe, toda la región podría “caer bajo la influencia rusa”.
El miércoles, Washington ordenó la salida del personal no esencial de su embajada en Niamey, capital de Níger, que ha suspendido sus servicios rutinarios para solo tramitar asistencia de emergencia a ciudadanos estadounidenses en el país.
En su mensaje de este viernes, Blinken aseguró que EUA continuará monitorizando la situación y analizará sus programas de cooperación y asistencia en el país, y pidió la restitución del Ejecutivo de Bazoum.
Actualmente, Washington mantiene en Níger unos 1,100 soldados dedicados a tareas antiterroristas, de vigilancia y de Inteligencia, en cooperación con las fuerzas nigerinas, y por el momento no ha dado señales de que vaya a replegar a esos militares del país.