Elementos de la Policía, de la Guardia Nacional y el Ejército resguardaron este domingo a votantes en el municipio de Coyuca de Benítez, en Guerrero, donde el miércoles asesinaron al opositor José Alfredo Cabrera, candidato a la alcaldía del lugar.
En los centros de votación instalados EFE constató que eran pocas las personas formadas, pero aseguraron que acudieron sin temor con “las precauciones necesarias”.
Lamberto Ortiz, habitante del lugar, reconoció que no eran las elecciones que esperaban, pero opinó que hasta el momento todo transcurría “en tranquilidad y eso era bueno” pese al homicidio del candidato de la coalición del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y la Revolución Democrática (PRD).
El asesinato de Cabrera conmocionó al país porque ocurrió horas antes del fin de las campañas, el miércoles pasado, además de las imágenes que circularon en redes sociales en las que un hombre le disparó 2 veces en la nunca.
Aún así, Ortiz contó que “nunca dudó en ejercer su voto”, pues en las urnas se reflejaría “el voto de castigo” para los diferentes partidos políticos.
Aunque aceptó que no era óptima la presencia de policías y militares, la consideró “necesaria” y “en beneficio de todos”.
En la comunidad de Las Lomas, donde ocurrió el homicidio, el Instituto Nacional Electoral (INE) abrió 2 centros de votación en el parque, donde las personas acudieron con normalidad.
La vecina Aidé Olivar relató a EFE que desde las primeras horas de este domingo hubo afluencia de personas bajo el resguardo de seguridad de la Guardia Nacional.
A escasos 10 metros de estas urnas, todavía hay un memorial con veladoras que dejaron familias y amigos en el punto donde quedó tirado el cuerpo del candidato, aunque van pocos días de este homicidio, los habitantes expresaron que es tiempo “de darle vuelta a la página”.
Autoridades de la dirigencia del PRI en Guerrero anunciaron que la candidata sustituta es la viuda, Wendoli Solís, por lo que esperan que los votos la favorezcan a ella.
Los hechos reflejan que estos comicios son ya los más violentos en la historia de México, con 22 aspirantes asesinados reconocidos por el Gobierno, aunque grupos independientes registran más, como los 34 reportados por la consultora Integralia, que documenta cerca de 250 homicidios políticos al incluir a asesores, funcionarios y familia.
La preocupación por la seguridad crece porque estos son los mayores comicios de la historia de México, donde más de 98 millones de personas están llamadas a renovar más de 20 mil cargos, como la presidencia, los 500 diputados, los 128 senadores y 9 gobiernos estatales.