La secretaria general de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), María Alexandra Moreira, pidió este martes en la Cumbre Amazónica acciones “urgentes” para frenar la deforestación y políticas socioeconómicas que mejoren la calidad de vida de quienes habitan la región.
“Es imperativo entender a la Amazonía como un bioma complejo, que enfrenta una serie de amenazas que atentan contra su integridad”, señaló la boliviana en la apertura del evento, inaugurado este martes por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
La cumbre, impulsada por Lula, busca que los 8 países que conforman la OTCA lleguen a una posición unificada sobre la preservación de la Amazonía para presentarla en la próxima cumbre climática (COP28) en noviembre, en los Emiratos Árabes Unidos.
En este sentido, Moreira recordó que en el bioma, el desafío social “también está presente”, porque allí viven casi 50 millones de personas, “entre ellas 400 pueblos indígenas de los 800 que viven en toda América”.
De acuerdo con la boliviana, esas poblaciones sufren por el acceso al agua potable, a la salud, a la gestión de residuos y a la internet, por los altos niveles de desigualdad que enfrenta la región amazónica.
Para enfrentar esa problemática hizo un llamado para que las naciones amazónicas también impulsen políticas que contribuyan a generar sistemas económicos propios en la región promoviendo la agricultura familiar y apoyando a las microempresas que fomenten la bioeconomía en el bioma.
Con sus 7 millones de kilómetros cuadrados, la Amazonía es el área de mayor biodiversidad del planeta y la principal reserva hídrica del Mundo.
Solo en 2022 la deforestación en el bioma destruyó casi 20 mil kilómetros cuadrados de vegetación un 21% frente a 2021, la cifra más alta desde 2004, según datos del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP, por sus siglas en inglés).