Activistas y migrantes varados en la frontera sur de México, el tercer país con más solicitantes de asilo del Mundo, denunciaron que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) ha sido “un sexenio de la muerte” a propósito del Día Mundial del Refugiado, que se conmemora este jueves.
Entre los problemas que denuncian en Tapachula, la principal urbe del límite de México con Centroamérica, están la discriminación de las autoridades mexicanas, los crecientes operativos del Instituto Nacional de Migración (INM) y los efectos políticos de la presión de Estados Unidos.
“El presidente López Obrador ha hecho un sexenio de la muerte para la comunidad migrante y para los mexicanos. Realmente, hemos visto cómo ha llegado la impunidad a los niveles más grandes, como el comisionado nacional (del INM), Francisco Garduño, es triste”, indicó a EFE el director de la organización Pueblos Sin Fronteras, Irineo Mujica Arzate.
Garduño afronta un proceso penal por su presunta responsabilidad en el incendio que mató a 40 migrantes en una estación del INM en marzo de 2023 en Ciudad Juárez, en la frontera norte de México.
Además, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) declaró en septiembre pasado a la frontera entre México y Estados Unidos como “la ruta migratoria terrestre más peligrosa del mundo”, con más de 686 migrantes fallecidos o desaparecidos en 2022.
Muchas solicitudes de asilo y poca respuesta
Las solicitudes ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) cayeron un 41.9%, hasta 36,860 de enero a mayo en México, que en todo 2023 reportó un récord de 140,982, un aumento del 18.2% y la tercera cifra más alta del mundo tras Estados Unidos y Alemania, según el Gobierno mexicano.
Pero la Comar reconoce que este 2024 apenas ha resuelto cerca de 1 de cada 3 casos, 12,709, una situación que ilustra el cubano Pedro Antonio Concepción, quien denunció que el organismo “borró a su esposa” del sistema con el argumento de que no llegó a tiempo para firmar como lo hacía cada semana.
“Entonces ya son 8 meses que lleva aquí (en Tapachula), ahora tiene que esperar de nuevo el proceso para la solicitud de asilo, por lo que estamos en eso para volver empezar”, contó a EFE.
Esta familia tiene un hijo con una hernia inguinal, por lo que buscan regularizarse y trasladarse a Ciudad de México para tratarlo, pero no encuentran la forma de avanzar.
“Tengo la residencia como refugiado, puedo acogerla, pero no sé el mecanismo porque no te orientan sobre qué se debe hacer, si es que hay que ir a Migración (el INM) o a otro lado”, manifestó.