El Partido Demócrata está manteniendo “conversaciones muy honestas, serias y rigurosas” tras la débil actuación del presidente estadounidense, Joe Biden, en el debate del pasado 27 de junio frente a Donald Trump, según afirmó este domingo en una entrevista en MSNBC el legislador demócrata Jamie Raskin.
Sus declaraciones suponen un distanciamiento de lo que la mayoría de los altos cargos del partido han dicho públicamente. Aunque muchos han admitido que Biden no tuvo una buena actuación en el debate, han salido en su defensa diciendo que esos 90 minutos no lo descalifican para seguir con su candidatura para las elecciones de noviembre.
“Se están produciendo conversaciones muy honestas, serias y rigurosas en todos los niveles de nuestro partido, porque somos un partido político y tenemos diferentes puntos de vista”, manifestó Raskin, quien ha ganado notoriedad por su trabajo para someter a Trump a un segundo juicio político por el asalto al Capitoliode 2021.
El legislador consideró que “obviamente hubo un gran problema” con la actuación de Biden en el debate, pero aseguró que también hay una “tremenda reserva de afecto y amor” por el presidente dentro del partido, lo que hace que esta sea “una situación difícil”.
Raskin dijo que, independientemente de lo que el presidente Biden decida, el Partido Demócrata “va a estar unificado”, y él estará “en el centro mismo de nuestras deliberaciones”, incluso en la Convención Demócrataque se celebrará en agosto en Chicago.
“Ya sea Biden el candidato o lo sea otra persona, él será el orador principal en nuestra convención. Será la figura en torno a la cual nos uniremos para avanzar y vencer a las fuerzas del autoritarismo y la reacción en el país”, afirmó Raskin.
Tanto el partido demócrata como republicano suelen celebrar convenciones donde los delegados seleccionados durante el proceso de primarias votan oficialmente por el candidato presidencial para las elecciones, de manera que luego el elegido se consagra dando un discurso y celebrando la nominación con confeti y globos cayendo del techo.
Biden aún no ha sido nominado oficialmente como candidato del partido para las elecciones de noviembre, por lo que en teoría aún estaría a tiempo de retirarse voluntariamente y dejar que el partido elija otro candidato, aunque sería un proceso políticamente muy difícil.
Si Biden se retirara voluntariamente antes de la convención de agosto, podría “liberar” a los casi 4 mil delegados demócratas que han jurado votar por él durante la convención, de manera que esos delegados serían libres de votar por otros candidatos demócratas que surgirían para conseguir la nominación.