Estados Unidos se juega este lunes el todo o nada en una Copa América en la que es anfitriona con un equipo titular en el que todos sus jugadores militan en grandes clubes europeos, considerada la mejor generación del futbol estadounidense.
Su capitán, Christian Pulisic, fichó la temporada pasada por el AC Milan de la Serie A tras haber pasado por Borussia Dormunt y Chelsea.
El resto del ataque titular está formado por Folarin Balogun, del Monaco, y Tim Weah, de la Juventus. Weah está suspendido para el partido de esta noche.
En el mediocampo, Tyler Adams milita en el Bournemouth de la Premier League, Gio Reyna en el Borussia Dormunt y Weston Mckennie en la Juventus.
La defensa de Gregg Berhalter la integran el central Timothy Ream y el lateral izquierdo Antonee Robinson, ambos del Fulham, el central Chris Richards del Crystal Palace y el lateral derecho Joe Scally, del Borussia Mönchengladbach.
En la portería, Matt Turner, es del Nottingham Forest.
De los 15 jugadores que Berhalter tiene en el banquillo, tan solo 3 (el segundo portero suplente, Sean Johnson del Toronto, el lateral Shaquell Moore del Nashville y el central Miles Robinson del Cincinnati) militan actualmente en equipos de la MLS.
La mayoría son jugadores que cruzaron el Atlántico muy jóvenes. En el Mundial de Catar, de hecho, fueron el equipo más joven del campeonato por minutos disputados.
A la Copa América han llegado como la segunda plantilla más joven, con una media de edad de 25.6 años, solo un poco más veteranos que Costa Rica.
El papel en Catar fue algo decepcionante. La selección de Estados Unidos cayó eliminada en Octavos de final contra Países Bajos.
En fase de grupos empató sus dos primeros partidos contra Gales e Inglaterra y ganó a Irán por un escueto 0-1 en un decisivo partido en el que también se jugaba el todo o nada.
Adams habló en una rueda de prensa este sábado de ese partido en Catar: “Contra Irán, sabíamos lo que necesitábamos hacer. Y lo logramos. Es una situación similar ahora, obviamente una victoria sería lo ideal para pasar a la siguiente ronda. Estamos todos confiados de nuevo”.
Estados Unidos se jugará esta noche el todo o nada contra Uruguay, una de las favoritas, en un partido en Kansas City (Misuri). Los estadounidenses deben igualar o mejorar el resultado que Panamá saque de su partido con Bolivia para clasificar.
Quedar fuera del torneo ante su afición, en vísperas del 4 de julio y contra un rival –Panamá– de la débil Concacaf, sería toda una humillación para esta generación dorada de futbolistas.