Estados Unidos condenó la reunión que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, mantuvo con el presidente ruso, Vladímir Putin, al argumentar que el encuentro “no promoverá la causa por la paz”.
“Ni promoverá la soberanía, ni la integridad territorial, ni la independencia de Ucrania”, indicaron fuentes de la Administración demócrata en una llamada telefónica con medios, a la vez que consideraron que Rusia podría poner fin “hoy mismo” al conflicto en Ucrania si decidiera cesar su agresión.
La Unión Europea también se desmarcó de dicho encuentro al asegurar que, aunque Budapest ostente la presidencia rotatoria de la UE desde el pasado 1 de julio, no tiene ningún mandato para acudir a Moscú.
A la vez, exigió al mandatario húngaro “unidad” con sus socios europeos ante la guerra de Ucrania.
Tras la reunión, Orbán dijo que las posiciones de Rusia y Occidente respecto a este conflicto son muy distantes, aunque expresó su disposición a acercarse a la paz por medio de conversaciones.