Los ucranianos esperan que los primeros cazas F-16 que ya han llegado al país, según altos cargos europeos, contribuyan finalmente a disminuir la superioridad de Rusia en la aviación y a reforzar la defensa aérea del país, a pesar del coste en el frente que ha provocado su tardío suministro.
Las autoridades ucranianas se han negado hasta ahora a confirmar o rechazar las informaciones sobre la entrega de un pequeño número de estos aviones de producción estadounidense, al parecer hasta 6, según el diario The Times y medios de Estados Unidos.
El ministro lituano de Exteriores, Gabrielius Landsbergis, sí parecía confirmar la llegada de los cazas. “F-16 en Ucrania. Otra cosa imposible resultó ser totalmente posible”, escribió en su cuenta de la red social X.
Ya en anteriores suministros de armas importantes, Ucrania rehusó revelar esta información sensible para poder maximizar el daño al adversario, argumentó Oleksó Melnik, experto en seguridad del Razumkov Center, con sede en Kiev.
Expectativas contenidas
“Los F-16, especialmente en estas cantidades y en esta fase de la guerra, no se convertirán en una “bala mágica” para Ucrania. Sin embargo, suponen una mejora significativa de sus capacidades militares y, sobre todo, de su defensa aérea”, declaró también a la agencia EFE Melnik, antiguo ayudante del ministro de Defensa.
En su opinión, los aviones se utilizarán al inicio principalmente para proteger las infraestructuras ucranianas de los ataques rusos, lejos de la línea del frente, donde serían objetivos prioritarios de la aviación y la defensa antiaérea rusas.
“Hay mucho en juego. Se va a poner mucho cuidado en la protección física de los aviones y en la planificación de sus operaciones”, explica.
Espera que las autoridades ucranianas confirmen su llegada tras el primer uso con éxito, lo que demostrará que Ucrania es capaz de utilizarlos eficazmente.
Hasta ahora, Países Bajos, Dinamarca, Bélgica y Noruega han prometido 79 aviones, y se espera que 20 lleguen a finales de 2024, aunque Ucrania necesitaría al menos 128 para contrarrestar la aviación rusa.
Impacto probable
Aunque Rusia preservará por ahora su superioridad en aviación, los F-16 garantizarán la continuidad de la Fuerza Aérea ucraniana al acabar sustituyendo a los destartalados aviones de la era soviética, sostiene Iván Kirichevskí, analista militar del portal analítico Defense-Express.
También son más eficaces en el lanzamiento de misiles y bombas modernas, según el experto.
Dado el dominio total de Rusia en el aire, Ucrania necesita desesperadamente estos aviones, opina Maxim Zhorin, subcomandante de la 3ª Brigada de Asalto de Ucrania.
Sin embargo, mucho depende de si Ucrania tiene suficiente munición para los aviones, señaló en Telegram.
Si Ucrania recibe misiles de largo alcance AIM-120 AMRAAM, los F-16 podrán derribar los bombarderos rusos Su-34 que lanzan miles de bombas aéreas guiadas al mes, un factor clave de los avances rusos en el este, señala el analista militar Oleksandr Kovalenko.
También podrán utilizarse para aislar aún más al Ejército ruso en la península de Crimea ocupada, opina.
Se ha tardado demasiado
Aunque los ucranianos celebran la probable llegada de los aviones casi 2 años y medio después del inicio de la invasión, el tiempo que han tardado se ha convertido para muchos en Ucrania en un símbolo de la indecisión y la lentitud mostradas por los aliados.
“Su entrega ha tardado más de lo previsto por los más pesimistas”, declaró Melnik.
“Me alegro mucho de que esto haya sucedido. Sólo me duele que “Juice” no viviera para verlo”, escribió en sus redes sociales Melania Podoliak, prometida del piloto ucraniano Andrí “Juice” Pilshchikov.
Pilshchikov fue el rostro público de los prolongados esfuerzos de Ucrania por convencer a los aliados, principalmente a Estados Unidos, de que accedieran a enviar los cazas a Ucrania.
El año pasado murió en un ejercicio de entrenamiento antes de poder participar en la formación para pilotar F-16. Varios otros pilotos murieron en combate mientras pilotaban sus aviones, tecnológicamente inferiores.
Por desgracia, la misma historia se repite una y otra vez, subrayó Melnik. Los políticos de los aliados de Ucrania retrasan las decisiones vitales porque no se dan cuenta de que la entrega de esas armas a Ucrania no conduce en modo alguno a una escalada negativa de la guerra, sostuvo.