El secretario general del grupo chií libanés Hizbulá, Hasán Nasrala, acusó este jueves a Israel de haber cruzado “líneas rojas” y anunció que la batalla ha entrado en una “etapa totalmente nueva”, tras los recientes asesinatos de su máximo comandante Fuad Shukr y del líder político de Hamas, Ismail Haniyeh.
“No saben cuáles son las líneas rojas que haban cruzado, cuáles son las agresiones que habéis cometido ni a dónde van con esto. Para que lo sepan el enemigo y el amigo, ahora ya hemos entrado en todos los frentes de apoyo, en una etapa totalmente nueva”, advirtió Nasrala en un discurso televisado.
La madrugada del miércoles Haniyeh fue asesinado junto a uno de sus guardaespaldas en un ataque atribuido a Israel contra su residencia en Teherán, donde se encontraba para participar en la ceremonia de investidura del nuevo presidente iraní, Masoud Pezeshkian.
“Todas las partes iraníes piensan que no solo se violó la soberanía de Irán, sino que también se violó su seguridad nacional, dignidad y, sobre todo, su honor. Porque Haniyeh fue su invitado, fue asesinado en su tierra y para el mundo islámico eso tiene cálculos diferentes”, apuntó el jefe de Hizbulá.
Pocas horas antes del asesinato del líder de Hamas, Israel había bombardeado también un edificio residencial en los suburbios de Beirut, donde murieron 7 personas -entre ellas el máximo comandante de Hizbulá- y cerca de otras 80 personas resultaron heridas.
Nasrala reconoció durante su intervención que la muerte del alto mando del grupo les “dolió mucho”, pero afirmó que su pérdida no tendrá ningún impacto en la “determinación” de sus filas y que, por el contrario, aumentará la voluntad para seguir el “camino” trazado.
Los ataques contra Beirut y Teherán han empujado a Oriente Medio a un estado de máxima alerta, a la espera de cómo responderán tanto Irán como la alianza informal antiisraelí que capitanea, el Eje de la Resistencia.
Varios miembros de la coalición, entre ellos Hizbulá, ya mantenían frentes de apoyo a Hamas en el marco de la guerra de Gaza.