Sólo han pasado 3 semanas desde que Leo Messi hizo su debut oficial con el Inter Miami, pero ha sido tal el revuelo, tanto en lo deportivo como en lo social, que la llegada del argentino al sur de la Florida ya puede considerarse como un hecho histórico en todos los sentidos.
En la ciudad de los cantantes, actores y famosos latinos, Messi es ahora mismo la celebrity más conocida de la zona. Probablemente, desde que LeBron James anunciara en 2010 que jugaría en los Miami Heat, el sur de la Florida no se había obsesionado de este modo con la presencia de un deportista.
Agradecidos a Messi
Se sabía que el astro argentino jugaría tarde o temprano en Miami, pero el hecho de que los acontecimientos se precipitaran, eligiendo al conjunto de rosa por delante de Europa o la nueva liga de Arabia Saudí, ha creado un vínculo incluso más fuerte.
Los aficionados al futbol de la Florida, mayoritariamente de origen latino, se sienten agradecidos al futbolista y esto se ve reflejado de múltiples maneras. Así, es extraño caminar estos días por Miami o Fort Lauderdale y no ver camisetas con el 10 a la espalda. Además, la venta de entradas se ha disparado como consecuencia del deseo de verle jugar y de la oportunidad de negocio de quien compra para revender posteriormente.
Se han llevado a cabo muchos ajustes para aprovechar el tirón, desde el propio club ampliando con 2 mil asientos el estadio hasta el tren Brightline, que une Miami y Fort Lauderdale (donde está el DRV PNK Stadium) y que ha ampliado el número de trenes en los horarios cercanos al partido.
Los hoteles y establecimientos de Fort Lauderdale también han notado el impacto de Messi en forma de mayor ocupación y mayor gasto, respectivamente. Será la nota dominante durante estas 2 temporadas hasta que el equipo se mude definitivamente a Miami.
El agradecimiento es tal que Dean Trantalis, alcalde de Fort Lauderdale, ha asegurado que entregarán una llave de la ciudad a Messi.
“En nombre de la ciudad le mostramos que tenemos una puerta y un corazón abierto para él y su familia, para que hagan de Fort Lauderdale su hogar”, manifestó recientemente al periódico local Mail Sport.
Murales y milanesas
Desde que el argentino anunció su llegada a Miami se han multiplicado los murales con su rostro, a los que se sumaron los ya previstos con un carácter comercial de su marca deportiva y del propio equipo, destacando uno enorme que saluda a los conductores en plena I-95 a su paso por la zona financiera de Brickell.
Los demás son, en gran número, manifestaciones espontáneas de la gente o de los propietarios de negocios. Por ejemplo, hay uno gigantesco en un edificio de apartamentos en pleno Wynwood, obra del artista argentino Maximiliano Bargnasco, con un rostro y una imagen jugando de rosa.
Pero también son restaurantes argentinos los que han permitido que Messi “se colara” en alguna de sus paredes exteriores, como las de Fiorito en la Pequeña Haití.
Dentro de la amplia oferta gastronómica de Miami ahora hay espacio para otro plato estrella: la milanesa, que es la comida favorita de Messi.
También algunos locales han cambiado el nombre de sus platos en honor al 10, como el restaurante Karnitas 71st, que ofrece la Mila Messi: una milanesa especial que no lleva 2 huevos sobre ella sino 3, en honor a los 3 Mundiales conquistados por Argentina.
Otra cadena de restaurantes argentinos muy popular en Miami es Grazianos, que ha ido un paso más allá y ofrece la cerveza lager inspirada en Messi. Se llama Goat 10, pero el gran honor de este negocio es presumir de haber proporcionado el catering del estadio el día de la presentación del ídolo argentino.
Ambiente sudamericano en Fort Lauderdale
El DRV PNK se ha convertido en un lugar de peregrinación de aficionados de Messi; ya sea con o sin entrada, los alrededores del estadio son una gran fiesta. ¿Quién dijo que las camisetas con el 10 a la espalda están agotadas? Varios vendedores ambulantes venden “la no oficial” por 50 dólares.
Lo mismo con gorras, banderas, termos… cualquier objeto con la cara de Messi se vende al momento. Y también la comida, porque el parking del DRV PNK Stadium huele a choripán y a asado, por supuesto también con un carácter lucrativo de quienes instalan sus barbacoas junto al coche.
Carlos era uno de los cientos de aficionados que caminaban por los alrededores del estadio este viernes. Pagó alrededor de 600 dólares para las entradas de su esposa y él, pero lo hizo encantado: “Messi es mi ídolo, lo máximo que ha venido a Florida y estamos aquí para poder seguir disfrutando de él”.
Toda una vida en Florida es suficiente para valorar el tremendo impacto de la llegada del argentino.
“Se habla de Messi en todos los estados de Estados Unidos, es increíble, hasta donde no miraban fútbol ahora lo ven”, comentó.