Durante agosto, Mes del Adulto Mayor, el DIF Tecomán ha destacado una problemática preocupante: el abandono de los ancianos, relacionado con las adicciones y la negligencia parental. En una entrevista, Argelia López Zúñiga, directora del DIF, compartió detalles sobre cómo esos factores se conjugan y afectan la vida de los adultos mayores en el municipio. Aclaró que esa experiencia se basa en los casos atendidos por la institución.
López Zúñiga indicó que muchos de los adultos mayores atendidos por el DIF fueron personas que, en su juventud, lucharon con adicciones, como el alcohol, y no lograron superar esas problemáticas. Ese patrón de comportamiento, señaló, llevó a una falta de responsabilidad hacia sus hijos, lo que ahora se refleja en la incapacidad de esos hijos para hacerse cargo de ellos en la vejez.
Aunque aceptó que no se cuentan con estadísticas precisas, la evidencia anecdótica sugiere una clara relación entre las adicciones en la juventud y el abandono en la vejez. Además, mencionó que las adicciones persisten en la vejez de muchos de esos adultos mayores, lo que complica aún más su situación.
El abuso continuo de sustancias como el alcohol entre los propios ancianos agrava el problema, relató, contribuyendo al abandono y a la dificultad para recibir la atención adecuada. Ese ciclo de desatención, agregó, representa una carga adicional para los servicios sociales, que enfrentan retos significativos al tratar esos casos.
“A pesar de todo, en algunos casos hemos logrado que sus hijos acepten un convenio de apoyo y estén un poco más pendientes de sus papás. Sin embargo, otros no aceptan, y su argumento es que ellos nunca los cuidaron y no quieren saber nada de ellos”, explicó López Zúñiga.
El DIF Tecomán ha intentado enfrentar el problema mediante la institucionalización de algunos ancianos en un asilo, aunque no en Tecomán, ya que el del municipio está saturado, remarcó.
Manifestó que los adultos mayores que aceptan ir al asilo son llevados a otro espacio en el mismo estado, donde cuentan con equipos multidisciplinarios, que incluyen psicólogos y médicos.
Además, resaltó que al aceptar, saben que tendrán que dejar el alcohol. “Varios de estos abuelitos que aceptan institucionalizarse también se ven obligados a terminar con su adicción al alcohol. Pero los que no aceptan, pues continúan. Sí se les da apoyo o algún tratamiento, pero ya no se puede hacer mucho, porque es su decisión si quieren institucionalizarse o no”, concluyó López Zúñiga.